Juan Gómez Moreno y Mario Gomez Cabrera, representan el pasado, presente y futuro de una empresa familiar que ha sabido adaptarse como pocas en Andalucía a las necesidades de los clientes, al mercado y a las nuevas tecnologías en el sector de las legumbres.
El empresario Juan Gomez siempre fue una persona muy inquieta. De Joven, comenzó a darle vueltas a la cabeza para buscarse un porvenir y comenzó a hacer trueques. Cargaba sus mulas con granos o con garbanzos y las cambiaba por aceite. La idea no le fue nada mal, y con mucho esfuerzo pudo comprarse un almacén, y al poco tiempo ya estaba comercializando sus productos.
Mario Gómez Cabrera es el hijo y sucesor de la empresa familiar. Él toma el relevo con la misma pasión que su padre, y nos cuenta que La Pedriza tiene la misma línea marcada de la empresa desde sus orígenes hasta hace ahora 72 años: "Tenemos que estar muy pendientes del manejo de las máquinas, las controlamos y las mimamos como si fuera un Fórmula 1”.
"Nuestra labor es la compra, envasado y comercialización de legumbres secas, harinas y legumbres cocidas bajo las marcas propias 'La Pedriza', 'Tentudía' y 'El Pica', además de marcas blancas para distintos supermercados. Exportamos a países como Arabia Saudí, Catar o Suecia, entre otros".
Nuestros productos cocidos tienen mucha demanda en el mercado, sobre todo en estos tiempos de vida acelerada, donde los clientes carecen de tiempo para dedicar a la cocina. Nuestras legumbres le ahorran buena parte de ese tiempo y permiten cocinar platos nutritivos y sanos con mayor comodidad y manteniendo las propiedades de estos alimentos, que además se pueden preparar tanto en guisos, como en ensaladas e incluso como humus, según los gustos del consumidor. Es en definitiva un producto tradicional adaptado a las nuevas necesidades de la sociedad actual”.
Uno de sus secretos es “comprar la materia prima en su origen, la mayoría a agricultores andaluces y españoles”, aunque también en La Pedriza abren horizontes a otros orígenes de fuera de España, como en el caso de Argentina, México o Estados Unidos, entre otros. Eso permite hacer un exhaustivo seguimiento a la materia prima, diversificar la oferta de sus productos y cubrir un amplio espectro del mercado, cada vez más diverso y especializado.
Hasta ahora, el objetivo de la empresa familiar se está cumpliendo con paso firme y seguro. Se trata así de una empresa solida y en expansión, una de las productoras y envasadoras más importante de España.
Asentados en Chiclana desde el año 1990, disponen de tres naves de unos 7.000 metros cuadrados en las que tienen instaladas un amplio equipo de máquinas y una gran familia de profesionales para velar en todo momento por la calidad del producto y que llegue satisfactoriamente al consumidor y a la mesa.
