
Lo ha vuelto a hacer. Y quizás hasta con menos apuros de los esperados, o al menos de forma menos agónica que la pasada temporada. El Cádiz CF de Sergio González se mantiene en LaLiga Santander y afrontará la próxima campaña su cuarta temporada consecutiva en la máxima categoría del fútbol español.
Después de 37 jornadas, los amarillos llegaban al último capítulo, a diferencia de la temporada 21-22, dependiendo de sí mismos, y con la necesidad de sumar solo un punto en su visita al descendido Elche como al final terminó ocurriendo.

El gol de Escalante al principio del choque otorgó la tranquilidad necesaria para ir administrando el paso de los minutos sin agobios, hasta que el empate de Boyé alentó ciertos fantasmas del pasado que quedaron definitivamente disipados cuando Gil Manzano pitó el final del partido.
Las 5 razones por las que el Cádiz CF de Sergio González se mantiene en LaLiga Santander
Pero no ha sido nada fácil sin duda. En las primeras cinco jornadas no logró sumar ningún punto y la fragilidad defensiva era notoria. Muy pocos daban un duro por el Cádiz CF y las quinielas ya casi lo situaban como un candidato al descenso.
Sin embargo con el paso de las jornadas logró sobreponerse y revertir la situación, sobre todo después del triunfo sobre la bocina en Valladolid que puso de manifiesto que la suerte podría cambiar como al final terminó ocurriendo conforme avanzaba la competición.
Lo que es la suerte sí cambió pero no lo hicieron tanto los arbitrajes que, siguiendo la tónica de temporadas anteriores, casi siempre perjudicaron a los amarillos. La gota rebasó el vaso tras el increíble error del VAR concediendo un gol al Elche en fuera de juego. En toda esta permanencia se pueden señalar cinco cuestiones fundamentales.

El mercado de invierno
Ha sido una de las claves. La planificación de la plantilla en verano no fue la mejor como quedó demostrado con el paso de los encuentros durante la primera vuelta. Algunas de las piezas claves no funcionaban y se antojaba necesario refrescar el equipo,
Y esa revolución culminó en un 31 de enero de locos. Llegaron varios futbolistas, algunos de ellos decisivos en el tramo final de la competición. Es el caso de Gonzalo Escalante pieza fundamental en el resurgir del equipo. Sergi Guardiola también marcó goles determinantes en sus primeros partidos, mientras Chris Ramos se asentaba en el once titular. Algo más desapercibidos pasaron Roger Martí o Jorge Meré
La seguridad defensiva
Al contrario de lo que ocurría en los primeros partidos, el devenir de la competición mostró a un equipo mucho más seguro defensivamente. La pareja Fali-Luis Hernández se fue asentando en el eje de la zaga y sus presencias compartiendo puestos de centrales garantizaban casi siempre la portería a 0.
Como muestra un botón. El golaverage general del equipo era desastroso en el cómputo de las 10 primeras jornadas, sin embargo esa diferencia contraria se fue mermando. Eso sí, la mayoría de las victorias siempre por la mínima quizás por la falta de un verdadero matador de área.

Conan Ledesma
Habría que hacerle casi un monumento donde él quisiera. Ha sido el portero con más paradas de LaLiga Santander. Pese a sus conocidas excentricidades, Ledesma sumó muchísimo más que restó y contribuyó en gran medida a mantener la portería imbatida en varios partidos.
Son muchas la voces que hablan sobre su posible salida. Está bien blindado pero ofertas seguro no le van a faltar. Ahora ya el club deberá calibrar, aunque a nadie se le escapa que ha hecho méritos más que suficientes para dar un salto en su carrera profesional si llegase un equipo de campanillas.
La calculadora de Sergio
Ha funcionado como un reloj suizo. Lo supeditaba todo a los partidos de casa y le ha salido a la perfección. Los triunfos ante Valencia, Valladolid o Celta, tres rivales directos, demuestran que se lo jugó todo a los partidos como local y a sumar ante equipos de su misma pelea.
En su debe lógicamente que 'tiró' algunos envites como visitante. Baste recordar la alineación en el Wanda o el partido frente al Villarreal e incluso fue algo rácano en otros choque buscando el empate tal y como ocurrió en su visita a Cornella con el Espanyol prácticamente hundido.

La comunión con la afición
Nunca se fue en cantidad pero sí en calidad. El Nuevo Mirandilla recuperó su mejor versión en los partidos importantes y llevó al equipo en volandas para que sumase frente a rivales que buscaban huir de la quema. La segunda vuelta, salvo ejemplos puntuales como Sevilla u Osasuna, fue inmaculada como local.
Al contrario de lo que ha ocurrido en anteriores temporadas en esta ocasión no se volvió como un arma arrojadiza de presión hacia los propios futbolistas y el aliento de la hinchada se convirtió en indispensable para sellar el objetivo.