Todo lo que se había hablado en la previa del Barça - Athletic Club poco tenía que ver con el fútbol. La filtración del contrato de Lionel Messi con el FC Barcelona de 555 millones de euros ha causado un cisma en el mundo del fútbol. Sin embargo, en el césped, el argentino ha vuelto a demostrar por qué le pagan lo que le pagan con una gran partido propiciado por esa ira interna que recorre al rosarino cuando su nombre está en la palestra.
A Messi que estén hablando las horas previas del partido de él, parece que se la trae al pairo. En la primera que tuvo en el partido ante el Athletic Club no definió bien ante Unai Simón, que sacó con su brazo el intento de picota del astro argentino. En la segunda, en menos de dos minutos, dejó solo a Griezmann, que la echó fuera, tras una gran jugada combinativa con Pedri, su mejor socio. A la tercera se sacó un disparo con el pecho que salió por encima del larguero. Messi estaba enchufado y sus compañeros lo sabían.
Messi desató su ira ante el Athletic
Como era de esperar, Messi estaba preparando algo grande para responder a todos los ilusos que le critican y a los 20 minutos llegó. El astro argentino transformó un soberbio libre directo tocado por los ángeles para poner el 1-0 en el marcador. Con una rosca hacia fuera espectacular, el '10' del Barça hizo el primer gol de la noche y su gol 650 con el FC Barcelona. Casi nada.
Gol de Lionel Messi en el FC Barcelona - Athletic Club
El Barça estaba gozando de buenos minutos y fruto de esta superioridad Araujo se permitió protagonizar una jugada más propia de un extremo que de un central de 1,91. El uruguayo aprovechó una asistencia de Messi para colarse entre el lateral y el central para sacarse un latigazo que se fue rozando el palo de Simón.
El Barça completó una primera media hora exquisita. Con De Jong en el sitio de Busquets, en lugar de Pjanic que había sido el elegido por Koeman en casi todos los partidos para ocupar el puesto de Busi, el holandés fue el termómetro perfecto para acompañar las acometidas de Leo Messi y Ousmane Dembélé, que estaba siendo un auténtico dolor de cabeza para Yuri.
Jordi Alba, el mejor aliado del Athletic Club
Contra todo pronóstico, el segundo tiempo comenzó de la peor forma para el FC Barcelona. El Athletic Club hizo buena una buena jugada por el costado izquierdo que terminó rematada al fondo de la red en propia puerta por Jordi Alba dentro del área. Pese a la revisión del VAR, por un posible empujón de De Marcos a Alba en la jugada, Mateu Lahoz dio por bueno el gol de los bilbaínos que ponían el empate en el marcador a los tres minutos de la segunda parte.
El Barça vivió en estos primeros minutos sus momentos más incómodos del partido. Los de Marcelino estaban incomodando en gran medida a los azulgranas en la salida de balón, lo que estaba propiciando numerosas pérdidas peligrosas de los azulgranas. Sin embargo, si algo tiene este equipo es que en cualquier momento te puede cambiar el partido, y un cabezazo de Pjanic apunto estuvo de hacerlo pero Simón se exhibió con una meritoria parada. A los pocos minutos, fue Ousmane Dembélé después de una electrizante jugada quien volvió a meter el miedo en el cuerpo al Athletic pero su disparo dentro del área salió rechazado a córner.
Gol de Lionel Messi en el FC Barcelona - Athletic Club
Griezmann definió el partido a favor del FC Barcelona
A falta de 15 minutos, el FC Barcelona dio un golpe sobre la mesa en el partido. Cuando más atascado estaba el equipo, Dembélé inventó un sensacional pase a Mingueza para que este asistiese a Griezmann para definir a placer. Los de Koeman habían logrado sobreponerse al tanto del Athletic cuando parecía que ya le entraban las prisas al ver que la hora se les echaba encima.
Gol de Griezmann en el FC Barcelona - Athletic Club
Después del gol, el Athletic no le perdió la cara ni mucho menos al partido. Los de Marcelino continuaron poniendo todo de su parte para empatar el partido y a punto lo estuvo si no llegan a pasearse por el área los dos balones colgados desde el flanco izquierdo en los minutos posteriores al tanto azulgrana.
En los últimos minutos, los culés calmaron las revoluciones del partido. Poco a poco se fueron comiendo la moral del Athletic con la posesión y jugadas más pausadas. Messi fue el centro sobre el que el Barça giró en estos últimos compases del partido que terminó con un pitido final que supone la revancha de los azulgranas por lo ocurrido en Supercopa, y ya están empatados a puntos con el Real Madrid en LaLiga. Ahora, la Copa del Rey este miércoles ante el Granada se atisba como el próximo objetivo culé en su lucha por seguir vivo en las tres competiciones.
