No es la semana del Málaga Club de Fútbol. Cuando todo parecía empezar a solucionarse tras romper la 'maldición del visitante' en el partido de Copa del Rey, algo más se rompía este fin de semana: el equipo perdió su primer partido en el Estadio La Rosaleda esta temporada. Sin embargo, la cosa no se quedó ahí. Este martes se conocía que la FIFA le había impuesto una sanción al club malaguista que no le dejaría firmar jugadores hasta verano de 2023.
La razón de esta desmesurada sanción, que dejará al Málaga sin nuevos fichajes hasta el inicio de la campaña 2023/2024, es que el club no ha pagado los cerca de 800.000 euros que debían al portero turco Cenk Gönen, por su desvinculación en el verano de 2019.
El Málaga mantiene sus planes
A pesar de esto, la dirección deportiva del club no tiene en mente cambiar lo que tenía previsto y está dispuesta a continuar con su hoja de ruta para los fichajes de cara al mercado de invierno. Aún no se han pronunciado oficialmente, pero lo que se pretende desde la entidad de Martiricos es buscar la tranquilidad pese a las recientes circunstancias.
Por su parte, Manolo Gaspar tiene en mente seguir actuando en el mercado de fichajes como está haciendo hasta el momento y, por lo pronto, continuará con los viajes que tenía previstos para mantener reuniones de cara al próximo mercado de enero.
Barajan pagar para poder fichar
La necesidad de nombres y caras nuevas se ha apoderado del Málaga, sobre todo teniendo en cuenta las continuas bajas que viene acumulando. El club tiene el objetivo puesto en, al menos, dos fichajes para esta ventana: un delantero que solucione los problemas de gol del equipo y un centrocampista ofensivo.
Para hacer esto posible, desde el Málaga piensan que todo estará solucionado tras realizar el pago que deben durante este mes. Sin tener nada seguro, los malaguistas se encuentran ante un nuevo obstáculo que, aunque finalmente podría quedar solo en un susto, ha administrado una inyección de dudas a la Costa del Sol.
