jueves. 28.03.2024

El Real Madrid ha cosechado un gran resultado en su visita al Atalanta en la ida de los octavos de final de la Champions League. El conjunto madridista rompió la balanza en los minutos finales gracias a un gol del seguramente menos esperado: Ferland Mendy. El jugador senegalés, internacional por Francia, le otorgado un importante triunfo a un Real Madrid inoperante en ataque, pese a jugar 70 minutos con un futbolista más.

mendy real madrid champions atalanta Jugadores del Real Madrid celebran el gol de Mendy

Antes del comienzo del partido se guardó un minuto de silencio en el estadio de Bérgamo en memoria de Willy Ta Bi, excanterano del club italiano fallecido el pasado martes a los 21 años. Además, los dos equipos portan brazaletes negros. En lo que respecta al encuentro, las cosas se le pusieron muy pronto de cara a los de Zinedine Zidane. A los 17 minutos, Remo Freuler veía la roja directa por un derribo, precisamente sobre Mendy, que le otorgaba la posibilidad al Real Madrid de disputar lo que restaba de choque con un futbolista más. La acción no contentó nada a la parroquia local que consideraba que la acción se pudo saldar con una tarjeta amarilla.

Sin embargo, los blancos no supieron aprovechar su superioridad, y no consiguieron destacar el partido hasta los minutos finales. Bien es cierto, que la expulsión condicionó mucho al Atalanta, que no inquietó durante todo el partido la portería del Real Madrid defendida por Courtois.

El cúmulo de infortunios para el cuadro italiano fue a más en la primera parte después de la lesión de uno de sus jugadores más determinantes. Duván Zapata dejaba su lugar en el terreno de juego a Pasalic, tras una lesión muscular. Un remate de Isco, un cabezazo de Asensio y otro a quemarropa de Casemiro, como siempre servido por Kroos, pudieron desnivelar la balanza antes del descanso.

Sin soluciones en el banquillo

De cara al segundo tiempo, Zidane buscó unas soluciones que, lógicamente el banquillo no podía darle. El Real Madrid llegaba a Bérgamo lastrado por las bajas y con banquillo plagado de canteranos. Pese a ello, al técnico francés no le tembló el pulso a la hora de darle la alternativa a Arribas y Hugo Duro y a nuevamente desacertado Mariano. El delantero sustituyó a Vinicius a los 10 minutos de iniciarse el segundo tiempo, pero volvió a ser un islote perdido en medio del océano.

En los segundos 45 minutos, el Madrid, por la lógica de su superioridad numérica, acrecentó su dominio sobre el balón. Pese a ello, las ocasiones siguieron brillando por su ausencia. Los blancos no encontraban profundidad y eran incapaces de traspasar el muro interno defensivo implantado por el equipo de Gian Piero Gasperini.

Mendy al rescate

Con 0-0 y pensando en un vuelta de infarto en el Alfredo Di Stefano llegaba el Real Madrid a la recta final del partido. Pero ahí se apareció, como de costumbre, la diosa fortuna. En un saque de esquina botado por Kross en corto -bien trabajada aquí la pizarra de Zidane- el balón llegaba Modric que retrasaba para Mendy y cuando nadie lo esperaba soltó un latigazo desde fuera del área imposible para Gollini.

Jarro de agua fría para un Atalanta que había remado, quizás demasiado, contracorriente. El gol otorga un ventaja valiosísima para un Real Madrid que necesita, de forma imperiosa, comenzar a recuperar efectivos y vaciar la enfermería. Para colmo de males, Casemiro tampoco estará en la vuelta, ya que tendrá que cumplir ciclo de amonestaciones.

Lo mejor, sin lugar a dudas, el resultado, para un Real Madrid que ahora tendrá nuevamente tiempo para centrarse en LaLiga antes de volver a preparar una eliminatoria clave para sus aspiraciones en Europa.

Mendy marca el camino del Real Madrid en la Champions League