viernes. 19.04.2024
Lucas Ocampos durante el Borussia Dortmund - Sevilla FC
Lucas Ocampos durante el Borussia Dortmund - Sevilla FC

El Sevilla Fútbol Club vivió una mala pesadilla ante el Borussia Dortmund en el Signal Iduna Park. Los de Julen Lopetegui cayeron eliminados en los octavos de final de la Champions League después de una estratosférica actuación de Erling Haaland (x2), quién anotó los dos goles del encuentro para finiquitar las esperanzas europeas de un Sevilla FC que lo intentó hasta el final con los goles de En-Nesyri (x2), pero que no sirvieron para remontar una eliminatoria que transcurrió de la forma más cruel posible.

La fortuna no estuvo del lado del Sevilla

La necesidad por remontar una eliminatoria, que se puso muy cuesta arriba en la ida en el Sánchez-Pizjuán, se hizo presente en el XI de Julen Lopetegui. El técnico vasco dio entrada a Jules Koundé y Jesús Navas, ambos dudas por molestias físicas, pero que no podían perderse la cita más importante de lo que llevamos de curso. La gran sorpresa fue la ausencia de Ivan Rakitic en la medular, siendo Óscar Rodríguez el elegido junto a Jordán para llevar los galones del juego sevillista.

Todo lo contrario a como ocurrió en la ida, el Sevilla salió con un puntito de intensidad más que su rival. El Dortmund comenzó el partido esperando a los rojiblancos, que obligados a remontar, se hicieron con el control del partido y de la mano de Ocampos y Suso metieron los primeros sustos en el cuerpo del equipo de Edin Terzic.

Mucho balón pero poca mordiente. El Sevilla dominaba mientras que el Dortmund se hacía fuerte en defensa. Pese a ser los dueños y señores del partido, no parecía que los del Signal Iduna Park parecieran estar incómodos ante el sometimiento del Sevilla en la primera mitad.

En la única que había tenido el Borussia Dortmund en el primer tiempo, los alemanes lograron robar en una mala salida de balón del Sevilla y Erling Haaland echó un jarro de agua fría sobre las esperanzas sevillistas. El Dortmund logró ponerse por delante en el marcador a la primera, por mediación de la gran pesadilla de la eliminatoria que ya hizo un doblete en el partido de ida. La desesperación se veía en la cara de unos jugadores que sentían injusto tal castigo después del incontestable dominio en el primer tiempo.

Haaland, una pesadilla para el Sevilla FC

Lo que ocurrió en los primeros minutos del segundo tiempo da para película de terror. Cuesta hasta de explicarlo, pues el torbellino de emociones que vivió el Sevilla FC en unos minutos fue digno de una película de Christofer Nolan. En el minuto 47, Erling Haaland anotó un gol que fue revisado y anulado por el VAR, pero no por la falta cometida a Fernando, sino por un penalti provocado por el propio delantero unos instantes antes de la acción.

El Sevilla parecía haberse salvado tras anular Cuneyt Çakir el gol de Haaland y señalar la pena máxima. Desde los once metros, Haaland falló ante Bono, pero capricho del fútbol, el colegiado volvió a señalar penalti después de que el portero marroquí no tuviera los pies puestos sobre la línea.

A la tercera iba a venir a la vencida y desde el punto de penalti Haaland venció a Bono para poner el 2-0 en el marcador. Todo lo bueno que tiene el noruego, también lo tiene de soberbio, pues nada más marcar el gol se dirigió al portero sevillista, propiciando un pequeño encontronazo entre jugadores de ambos equipos tras los minutos de tensión que se estaban viviendo en el césped.

El Sevilla lo intentó pero el esfuerzo no fue suficiente

El partido estaba siendo de todo menos normal. El Sevilla merecía más y el premio terminó llegando. Cuneyt Çakir señaló penalti tras un empujón de Emre Can a De Jong dentro del área. Para avivar la esperanza, En-Nesyri anotó desde los once metros fusilando a Hitz. Los minutos siguientes, el Borussia no dejó que el Sevilla pudiera meterse en el partido, aguantando meritoriamente una eliminatoria que por cada minuto que pasaba se le ponía más a favor.

No por difícil el Sevilla iba a dejar de intentarlo. Jesús Navas no paraba de colgar balones al área y De Jong con un cabezazo seguía intentando tirar el muro alemán que no parecía tambalearse. Pasaban los minutos y el Sevilla iba a morir con las botas puestas. En-Nesyri cazó un centro de Ivan Rakitic para poner el 2-2 en el marcador.

En el minuto 95 y con tan solo un minuto de descuento por delante, el Sevilla se volcó y a punto estuvo de darle la vuelta al marcador en menos de un minuto, pero ni Rakitic, ni Diego Carlos, lograron meter un balón que todos los sevillistas quisieron empujar pero que terminó esfumándose con el final de una cruel eliminatoria.

El Sevilla FC muere en la orilla ante la tormenta Haaland