viernes. 29.03.2024

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Ex presidenta de SACPA y ex vicepresidenta SECPAL. Másteres en Terapia de Conducta y en Tratamiento de Soporte y Cuidados Paliativos (UAM). Experta en Dolor Avanzado. Médica del equipo domiciliario de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario de Jerez (SAS).

Carmen Francisco Carmen Francisco

La doctora jerezana Carmen Francisco lleva 28 años en cuidados paliativos y si obtiene el respaldo de los socios en sus elecciones este 1 y 2 de febrero se convertiría en la primera mujer en presidir esta sociedad científica. Esta entrevista se publica hoy en el boletín especial de SECPAL (www.secpal.com).

¿Por qué decidió presentar su candidatura a la presidencia de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, SECPAL?

Para mí, el presentar una candidatura a SECPAL, es una cuestión de gratitud. La SECPAL y los Cuidados Paliativos son mi escuela de vida. Lo tenía en mente como un deseo íntimo. La pandemia ha puesto en evidencia hechos muy dolorosos, hemos visto como las personas mueren solas, sin compañía, y sin el cuidado por parte de sus seres queridos, con un importante nivel de sufrimiento familiar por no poderles atender y despedirse de ellos.

Con unos profesionales que han sabido utilizar las miradas, los silencios, las caricias, me sentí muy orgullosa de ser sanitaria y de pertenecer a una sociedad científica cuyo centro es el cuidado de la persona, el paciente, la familia y también el equipo sanitario, un grupo multidisciplinar que constituye una cadena.

Donde el profesional no solo se prepara para el control de síntomas del paciente y el acompañar y adiestrar a la familia en los cuidados, sino que aprende a enfrentar su propio proceso de vida, se plantea un aprendizaje de crecimiento personal y cada paciente se convierte en un maestro del que siempre aprendemos.

¿Qué valores o características ha tenido en cuenta a la hora de formar su equipo?

Sobre todo la experiencia y la formación integral. Son profesionales expertos en cuidados paliativos, capacitados para comprender el acompañamiento cuatridimesional al enfermo: sus necesidades físicas-biológicas, emocionales-psicológicas, sociales-familiares y espirituales-trascendentales. Sin olvidar la disposición a trabajar en equipo. En definitiva, un cóctel compuesto por la profesionalidad, experiencia y humanidad. Ha sido muy gratificante ver crecer y cohesionarse nuestro grupo mientras preparábamos la candidatura. Todos tenemos una gran ilusión en renovar nuestra sociedad científica y coincidimos en que el socio necesita convertirse en el eje de todas las acciones a emprender. En un colectivo como el nuestro hay demasiado talento y sensibilidad como para no aprovecharlo. El tiempo es muy valioso, por lo que la transformación digital jugará un papel clave en nuestra estrategia para que la comunicación con el socio sea rápida y eficaz. Ha sido algo muy especial descubrir que todos y todas en nuestra candidatura compartimos un mismo enfoque y sentir sobre los cuidados paliativos.

De forma resumida, ¿Cuáles son las prioridades y principales líneas de acción que propone su equipo para los dos próximos años?

El objetivo principal es que los profesionales que trabajan en cuidados paliativos tengan una sociedad científica mucho más cercana y accesible a sus necesidades actuales. La universalización de los cuidados paliativos y el reconocimiento y su acreditación como especialidad es imprescindible. Creo que se ha de aumentar el número de socios fidelizándolos con cuestiones concretas que les sean de utilidad en su actividad.

Hay que crear grupos de trabajo multidisciplinares en temas de actualidad, como bioética, potenciar otros como espiritualidad. Opino que debe impulsarse una formación continuada de socios según sus disciplinas y adaptada a su conciliación familiar y laboral incluyendo a médicos residentes. Hay que seguir trabajando para conseguir implementar la formación en grado de los cuidados paliativos. También hay que facilitar la formación a los profesionales de Atención Primaria y Especializada.

La formación en Cuidados Paliativos es una de las condiciones fundamentales para ofertar una atención de calidad. Además, es preciso que esa formación tenga una acreditación académica universitaria.

En la actualidad hay varias iniciativas docentes postgrado en Cuidados Paliativos en España. Cada una de ellas con distintas características.

En primer lugar, vamos a hacer un diagnóstico de la situación de formación postgrado en cuidados paliativos. Para ello solicitaremos programas, profesorado, horas lectivas, encuestas de satisfacción y profesionales destinatarios. Nos ayudará a poder ofertar a nuestros socios aquellos másteres que podrían estar avalados por la SECPAL según los criterios de calidad adecuados.

En segundo lugar, un máster online propio de SECPAL con la colaboración de profesores de los distintos masters existentes actualmente. Estaría orientado a quienes no pueden acceder a los masters presenciales bien por motivos geográficos, económicos o laborales. Con esta modalidad online se llegaría a más profesionales que desearan formarse en esta disciplina. Este tipo de máster debiera depender de una Universidad y contar con otros apoyos privados e institucionales, que impulsen su financiación.

Es fundamental la divulgación de los cuidados paliativos a la sociedad en general y fijar sinergias con otras sociedades científicas implicadas en la atención paliativa. Tenemos que fomentar la investigación tanto cuantitativa como cualitativa para conseguir una innovación continua de los cuidados, que cada socio disponga de igualdad de posibilidades en el acceso a los recursos de la sociedad científica en cuanto a la metodología y apoyo en el proceso. Hemos de seguir trabajando para conseguir que los cuidados paliativos sean de acceso universal, equitativo y homogéneo en todo el país y eso requiere otras estrategias más eficaces.

¿Cuál es, a su juicio, el valor añadido que aporta su candidatura para guiar la trayectoria de la sociedad científica en los próximos años?

Lo tengo claro: Motivación, experiencia, actitud empática y compasiva, todas ellas son herramientas necesarias para dar una atención más humana. Vamos a contar con socios expertos en distintas materias, que contribuyan a optimizar los recursos de la SECPAL, sin exclusiones, en función de su capacidad, experiencia y disposición.

¿Cuáles cree que son los retos más importantes a los que se enfrenta SECPAL en estos momentos?

Sobre todo, la universalización de los cuidados paliativos y el reconocimiento y su acreditación como especialidad, una batalla que tenemos que ganar en distintos frentes con todos los recursos a nuestro alcance. Además de impulsar la implantación los cuidados paliativos pediátricos, enfocándolos como base del abordaje de la enfermedad crónica compleja en el niño. SECPAL debe ser el motor que impulse la aprobación parlamentaria de una ley nacional de cuidados paliativos. Y eso requiere que seamos una sociedad más potente e influyente, y que nuestra opinión sea tenida en cuenta como merece.

¿Cómo definiría la situación actual de los cuidados paliativos en España?

Claramente deficitaria porque no son accesibles para todos. Depende de cada una de las autonomías donde se resida. No hay equidad. Los profesionales formados en cuidados paliativos no son reconocidos por las autoridades sanitarias salvo excepciones como es el caso de Andalucía.

¿Cuáles son las necesidades más urgentes respecto a la asistencia que se presta a los pacientes que precisan atención paliativa?

Hay que aplicar otras estrategias organizativas: los pacientes que precisan cuidados paliativos necesitan una atención continuada y eso pasa por disponer de recursos presupuestarios por lo que necesitamos consenso político para contar con una legislación nacional y autonómica dignas que procuren equidad y seguridad.

Carmen Francisco

¿Qué déficits existen actualmente en relación con el reconocimiento de los profesionales que trabajan en cuidados paliativos y con sus condiciones de trabajo?

Lo reitero: Que no están debidamente reconocidos ni acreditados, de tal manera que, por falta de profesionales formados en esta disciplina, se asignan a otros cuya formación es desigual. Hay que fijar unas condiciones de trabajo dignas y equitativas, que sean un referente nacional con los requisitos esenciales para el ejercicio de nuestra actividad profesional con equidad en todas las comunidades autónomas.

¿Cómo definiría la respuesta que se está dando a los pacientes con necesidades paliativas y a sus familias en el actual escenario de pandemia?

La atención que se está dando es desigual. Los pacientes han muerto, en gran parte, en soledad. Y por tanto con gran sufrimiento, tanto ellos como sus familias. Por eso hay que extender la formación básica en cuidados paliativos a todos los profesionales sanitarios.

¿Diría que esta crisis sanitaria y social ha modificado de algún modo la percepción que existe sobre los cuidados paliativos entre la población?

Absolutamente. Porque tal vez la sociedad haya visto más de cerca la muerte y esto le haya hecho pensar algo más sobre ella y en la importancia del acompañamiento a quienes sufren. Puede ser que comprendan más lo que aportan los cuidados paliativos.

La divulgación de la existencia de esta atención es el mejor acicate para que las administraciones implementen estos recursos. Los ciudadanos tienen ese derecho.

¿Por qué cree que los ciudadanos no reclaman con más contundencia su derecho a recibir una atención adecuada y de calidad en caso de enfermedad avanzada o al final de su vida?

Insisto, porque lo desconocen. Y porque el frágil, el débil, el pobre suele tener miedo a exigir por temor a que luego no le traten bien. Por eso, nuestra candidatura tratará de ser su voz para exigir una ley nacional de cuidados paliativos, para que el Estado tenga la obligación constitucional de ofrecerles una atención adecuada y de calidad.

En el actual debate político y social sobre la despenalización de la eutanasia, a menudo se han expresado argumentos que ponen eutanasia y cuidados paliativos en el mismo “nivel conceptual”, presentándolos incluso como opuestos. ¿Qué piensa de esta “polarización”?

La eutanasia no es un recurso que contemplen los cuidados paliativos porque cuidan la vida de la persona tratando de que su proceso de morir sea sin sufrimiento. Y cuentan con herramientas como el acompañamiento activo, control de síntomas, evitar tratamientos inútiles en la situación avanzada y terminal de su enfermedad. Así como la aplicación de la sedación paliativa cuando no se ha podido aliviar el sufrimiento con las medidas anteriores empleadas y con el consentimiento del enfermo. No estamos realizando ninguna acción eutanásica para aliviar su sufrimiento mientras llega su muerte. No necesitamos de la eutanasia para ello.

Desde el punto de vista personal ¿qué supone para usted asumir el desafío de liderar una de las candidaturas que optan a representar a SECPAL en los próximos dos años?

Supone un gran orgullo y una importante responsabilidad. Representar a una sociedad científica con corazón es especial. Queremos que ese latido no cese de oírse ni sentirse, que consigamos transmitirlo a otras sociedades científicas, que, al compartir la formación con estas, logremos la universalidad de los cuidados paliativos. Se trata de una batalla global.

Que todos los socios se sientan integrados por igual, que podamos lograr el reconocimiento de nuestra especialidad, que les aportemos las herramientas que precisan y requieran como el control de síntomas, comunicación, investigación, incluso autocuidado, elaboración de pérdidas y prevención de duelos patológicos.

La integración de socios en los grupos de trabajo permitirá el avance de la sociedad de forma multidisciplinar.

Pero este no es un desafío personal, somos un equipo, un grupo de profesionales que no solo están preparados científicamente y continúan formándose, sino que además sienten una manera de cuidar especial, humana e implicados con el paciente y la familia. Esa fuerza es la que hace mejorar día a día. Si esta candidatura puede presumir de algo es de ser un grupo de profesionales con sensibilidad, que destaca por su nivel científico y de humanización.

Carmen Francisco: “Cada paciente se convierte en un maestro de vida”