“El verdadero campo de batalla del Turismo está en conocer la mente de los turistas”

Entrevista con Antonio Arcas de los Reyes, experto en Turismo y Economía

Antonio Arcas de los Reyes posee un alto sentido del humor. Virtud de sabios que sabe combinar -de un modo natural- con sus materias especializadas: el Turismo y la Economía. Es un conversador amable y ameno. Cercano a sus iguales. En la Universidad el alumnado siempre le profesó una profunda admiración. Posee un currículo de veras admirable. De sobras conocido en la ciudad, sus manifestaciones y aseveraciones emergen del conocimiento de causa. Habla con autoridad intelectual. Hace unos días ocupó la tribuna de oradores de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras. Para abordar el turismo y la salud. Una combinatoria cada vez más fusionada… Hoy hablamos con Antonio de todo un poco. Pero muy especialmente del potencial turístico que nos rodea…

Antonio Arcas de los Reyes junto a los académicos de San Dionisio Joaquín Ortiz Tardío (presidente) y Juan María Vaca Sánchez del Álamo (secretario general)

Cabría preguntarse si los focos de impacto turístico de la provincia de Cádiz están optimizados al cien por cien. Para Antonio Arcas, “el modelo turístico básico de la provincia de Cádiz es el de sol y playa. Y aunque seguirá siendo líder de demanda, en la actualidad muchos agentes económicos y sociales del sector dirigen sus esfuerzos hacia el desarrollo de otros segmentos específicos como cultural, deportivo (golf, náutico, ecuestre, cinegético…), enológico, de salud, gastronómico, etc., que requerirán una oferta de alojamientos acorde con las necesidades de los mismos y ubicadas en zonas que garanticen la mayor comodidad para los visitantes de nuestra provincia.

Una de las características principales de la estructura del mercado turístico gaditano es su alta complejidad, determinada por los diversos y amplios elementos que lo configuran. Es conveniente también recordar que el destino es más que la suma de sus empresas turísticas. En el destino participan los servicios prestados por los agentes públicos, la actitud de los residentes, los comercios, los equipamientos e infraestructuras, el medio ambiente, etc. Es necesaria, por tanto, una estrategia coherente y bien coordinada. La consideración del destino debe hacerse de forma integral, considerando a los visitantes como los destinatarios protagonistas de las actuaciones que desarrollemos. En el siglo XXI tenemos que profundizar urgentemente en ámbitos como calidad/calidad total, nuevos productos, infraestructuras, marketing estratégico, competitividad de destinos turísticos maduros, oferta complementaria, recursos humanos, políticas empresariales, medio ambiente, desestacionalización y muchísimos más aspectos que muestran la complejidad que conlleva el desarrollo del sector turístico”.

Antonio habla pausadamente. No necesita de armas de persuasión dialéctica.  Convence per se. Profundizamos en el futuro -asegurado o no- del sector. “Queda patente -añade- que la actividad turística está viviendo hoy grandes cambios tanto en nuestro país como en el resto del mundo. La competencia de otros países no descansa. En este entorno global, todo el mundo compite contra todo el mundo, en todo el mundo, las 24 horas del día, los 365 días del año.

Las herramientas de hoy, además de una apuesta constante y permanente por la tecnología, está en conocer la mente de nuestros turistas. Es el verdadero campo de batalla. Las armas que tenemos  para ganar la batalla del cliente principalmente son  cocimiento, costes, canales de comercialización, calidad, comunicación, empatía, capital humano, inteligencia, talento”.

Ello nos llevará a ser competitivos, es decir, a poder destacarnos de otros que optan a lo mismo que nosotros. Según  Arcas, “el concepto de satisfacción del cliente es la base de la cultura de calidad. El modelo que mantenemos, basado en el incremento continuo del número de visitantes (con independencia de la capacidad de acogida del territorio), en conseguir beneficios a corto plazo, ofertas homogéneas y estandarizadas, con una fuerte presión ambiental y paisajística del territorio, nos conduce a una situación de insostenibilidad. Sería bueno pensar y trabajar en modelos más cualitativos que cuantitativos”.

Durante su ponencia en la Real Academia de San Dionisio subrayó un concepto turístico muy interesante: el denominado Turismo de Congresos. Lo hizo de pasada. Abundamos ahora en el quid de la cuestión. “El turismo de reuniones genera en España unos ingresos anuales por encima de 4.500 millones de euros. Por ello la necesidad de impulsar la mejora del posicionamiento de la provincia de Cádiz como sede de reuniones y congresos a través de la promoción del destino, creando de un producto turístico propio y una marca que le diferencie. Para ello puede ser decisivo la aplicación de las tecnologías de la información y comunicación como instrumento de promoción con la integración de nuevas herramientas social media para fomentar e incrementar la participación de los asistentes a la reunión, tanto para expresar sus opiniones, antes o después de la realización de la reunión. Por ejemplo: blogs, foros, wikis. Igualmente un buen camino a realizar sería fomentar alianzas en el ámbito de la pequeña y mediana empresa, así como profesionales para propiciar un crecimiento más sostenible del sector y obtener ventajas competitivas frente a las grandes organizaciones del mercado de reuniones”.