Sigue la violencia hacia profesionales sanitarios en Andalucía. En esta ocasión, la Policía Nacional ha tenido que intervenir en Granada reduciendo a una mujer de 63 años. Esta señora estaba acusada de proferir insultos y amenazas a personal médico del centro de salud del barrio del Zaidín. Asimismo se le acusa de alterar el funcionamiento del centro médico y negarse a marcharse a raíz de que le indicaran que no podían proporcionarle una medicación concreta que solicitaba.
En este sentido, el suceso tuvo lugar a las 23:00 horas de la noche, cuando se requirió desde el centro de salud la presencia policial. En la llamada se indicaba que había "una mujer muy agresiva que se negaba a abandonar una consulta, impidiendo el normal funcionamiento del centro".
La mujer pidió un medicamento concreto y la doctora le ofreció uno similar
La doctora que la atendió, en su relato, explicó que la paciente había solicitado una medicación con una receta privada que no le podían facilitar, no obstante, le ofreció la posibilidad de proporcionarle otra de iguales características, pero ella no aceptó.
En ese momento, la mujer se puso muy alterada, y comenzó a insultar y amenazar a la doctora y a negarse a abandonar la consulta. Esto impidió que la médico pudiera atender a otros pacientes. Se le ofreció incluso la posibilidad de dirigirse a otro centro de salud.
Actuación policial para reducir a la mujer: la sacaron a volandas
Agentes de la Policía Nacional lograron que la mujer saliese de la consulta, pero solo llegó hasta la sala de espera, donde en su presencia volvió a proferir insultos contra los médicos y se negó a irse.
A pesar de los esfuerzos y explicaciones de los agentes para que abandonara el centro de forma pacífica, reiteró su intención de no irse hasta ser atendida y tener la medicación que exigía.
Finalmente, se vieron obligados a sacarla a la calle en volandas donde, nuevamente intentó acceder al interior del inmueble, empujando a los agentes y provocando un forcejeo que terminó con su detención.
Ni siquiera el marido, que se encontraba allí, pudo tranquilizarla. La mujer, tras ser detenida, ha pasado a disposición judicial. Hay que resaltar que el personal del centro de salud no ha formalizado denuncia por este incidente de amenazas.
