Un matrimonio de antivacunas de Texas, en Estados Unidos ha muerto, después de una larga batalla contra el Covid-19, dejando a cuatro hijos huérfanos. Ninguno de los dos había querido vacunarse. "Ella estaría ahí para sus hijos ahora mismo si hubiera sido vacunada", ha dicho Dottie Jones, prima de la mujer. Este suceso está conmoviendo y concienciando a la sociedad estadounidense.
Sus nombres eran Lydia Rodriguez, de 42 años y Lawrernce Rodrígez de 49. Ambos fueron hospitalizados a mediados de julio en Texas. Ninguno de los dos se había vacunado contra el Covid-19 porque no creían en las vacunas, en general, según explica Dottie Jones, la prima de Lydia Rodrígez
El primero en perder la batalla contra el virus fue Lawrence, que falleció en el hospital a principios de agosto. Fue entonces cuando Lydia, que se encontraba ya en cuidados intensivos, cambió de opinión sobre la vacuna y pidió a los médicos que la inmunizaran. Pero para entonces ya era demasiado tarde.
La mujer quiso ponerse la vacuna cuando era demasiado tarde
“Antes de que la intubaron, una de las últimas cosas que le dijo a su hermana fue: 'Por favor, asegúrese de que mis hijos se vacunen'”, declaró Jones'. La mujer se lamentó, sobre todo, por los niños, que se han quedado sin sus dos padres en menos de un par de semanas.
"Nuestros corazones están rotos", dijo Jones. "Nos duele por los niños". Ahora ella, junto con otros familiares, se hace cargo de los hijos que la pareja ha dejado huérfanos: dos gemelos de 18 años, uno de 16 y otro de 11. Todos ellos han dado positivo en Covid-19 pero todos presentan síntomas leves o son asintomáticos.
Concienciar a otros antivacunas
Después de su experiencia Jones trabaja ahora por concienciar a las personas que dudan sobre si ponerse la vacuna o no. Les pide que hablen con su médico y que busquen información en fuentes fiables. “Por favor, vacúnese. Es nuestro deseo que ninguna otra familia tenga que soportar este escenario prevenible" ha pedido Jones en el 'Daily News'.
Ahora, Jones ha creado una página web para ayudar a la familia con las facturas médicas en las que pide ayuda para criar a los cuatro hijos que se han quedado sin padres y que ha recaudado ya más de 50.000 dólares.
