Un total de 17 personas, la mayoría de ellos niños, han encontrado refugio de la guerra que se libra entre Ucrania y Rusia en Jerez de la Frontera. Así lo ha confirmado la alcaldesa, Mamen Sánchez, durante una visita a la nave del Centro de Empresas Andana que va a utilizarse como centro de ayuda humanitaria para las personas ucranianas que lleguen a la ciudad.
En concreto, según ha señalado la regidora local, la mayoría están siendo recibidos por familiares que ya estaban instalados en Jerez mientras pueden incorporarse al Sistema de Protección Internacional. De este modo, las 17 personas procedentes de Ucrania se suman a las poco más de 200 personas que hasta la fecha residían en Jerez.
Cabe destacar que la nave se está utilizando como punto para almacenar las donaciones que se hagan llegar a través de las entidades. Actualmente pueden donarse alimentación infantil, productos no perecederos, y artículos de higiene. No es necesario donar medicamentos ni artículos de primeros auxilios, dado que este material no se va a enviar a Ucrania, sino que va a ser utilizado para ayudar a las familias que lleguen a la ciudad.
Muestras de solidaridad de la ciudadanía de Jerez
Por parte de Accem, Rodrigo Gómez ha señalado que “hemos constatado que la solidaridad está llegando de colegios, de particulares, y sí nos interesa destacar que este es un material para las personas ucranianas que vayan llegando en un primer momento a Jerez, previo a su incorporación al Sistema de Acogida. No podemos olvidar que la mayoría de las personas está siendo acogida por sus propios familiares, que ahora se encuentran a varias personas más en casa que alimentar”.
Francisco Morales, de CEAin, por su parte, destacaba que “esta recogida de alimentos es para una atención de urgencia, la ciudadanía debe saber que la principal responsabilidad se va a atender por parte de las Administraciones, porque para eso existe un sistema de Protección Internacional para estas personas, que vienen de una guerra, con un trauma evidente”.
Morales remarcaba que “el momento más crítico no es ahora, es dentro de siete o diez meses, estas personas estarán en proceso de salir del sistema de protección, y en busca de una autonomía, y ahí necesitarán personas que empaticen , que les abran una puerta, que les alquilen un piso, que les acompañen a integrarse en la sociedad. Yo lanzaría el mensaje de que a través de las entidades sociales pueden formarse y desarrollar un papel muy importante desde el voluntariado comunitario”.
