Sanlúcar de Barrameda y Chipiona (Cádiz) han amanecido con una operación de la Guardia Civil contra el tráfico de hachís. Durante esta operación se han llevado a cabo un total de 30 detenciones después de 28 registros.
Según ha confirmado la Guardia Civil a El MIRA, la mayoría de los registros se han llevado a cabo en Sanlúcar (20), mientras que otros seis han sido en Chipiona, uno en El Puerto y otro en Jerez.
Durante la operación se han incautado diversa documentación, material electrónico, varias embarcaciones y vehículos, unos 50.000 euros en efectivo y más de tres toneladas de hachís desde el principio de la investigación a esta organización afincada en la Costa Noroeste.
Además, también se ha desmantelado una plantación de marihuana en Chipiona.
En los registros y detenciones realizados este lunes han participado numerosos agentes de la Guardia Civil del Organismo de Coordinación del Narcotráfico (OCON-Sur) y del Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (Crain), así como efectivos de la Comandancia de Cádiz, del Grupo de Acción Rural (GAR) y del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS).
Otros sucesos en la provincia de Cádiz
En otro orden, este mismo lunes 21 de junio, la Policía Nacional ha desarticulado una organización especializada en grandes cultivos indoor de cannabis sativa en Sanlúcar de Barrameda. Fruto de la operación se han realizado 18 registros domiciliarios en las localidades de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Cabra (Córdoba), Utrera (Sevilla), y Alhaurín El Grande (Málaga), y se han detenido a 15 personas como presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico.
La investigación se inició al descubrir a un grupo de personas dedicadas, presuntamente, al cultivo indoor de marihuana y a la venta de grandes cantidades de cogollos procedentes de dichas plantaciones. Los investigados pertenecían a una organización segregada en dos ramas, cuyo nexo de unión eran sus líderes, los cuales mantenían contacto continuo para tratar temas como la forma de cultivar, el precio de venta en el mercado ilícito o, incluso, la venta de la producción entre ellos mismos.
Cada rama estaba formada por ocho y siete personas respectivamente, las cuales tenían su función claramente definida dentro de la organización
Grandes plantaciones fuera de Sanlúcar
Los miembros de la organización poseían las grandes plantaciones indoor fuera de Sanlúcar de Barrameda, algunas a cientos de kilómetros para dificultar la vinculación y la investigación en caso de aprehensión por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En las plantaciones siempre había una persona perenne que ejercía las labores propias de cultivo y, una vez crecidas y florecidas las plantas de marihuana, el resto de subordinados se desplazaban para la recolección de los cogollos de marihuana y su transporte a Sanlúcar.
Así mismo, en todas ellas, se detectó defraudación de fluido eléctrico que siempre acompaña a las plantaciones indoor, debido al alto consumo de electricidad que supone.
Los detenidos poseían secaderos de cogollos en habitaciones habilitadas a tal efecto en sus domicilios, así como envasadoras al vacío para preparar la mercancía para su venta en grandes cantidades. Además tenían viviendas donde guardaban exclusivamente el dinero, normalmente custodiado por personas mayores, donde acudían los subordinados y deudores a cobrar su “salario”, así como centros de almacenaje de toda la infraestructura de cultivos indoor (aires acondicionados, filtros, bombillas, ventiladores, etc.) para recambio en caso de avería o instalación de nuevas plantaciones.
