
El pasado 27 de enero, se registró un atropello en la Avenida del Altillo de Jerez de la Frontera. Una mujer resultó herida tras ser embestida por un coche mientras cruzaba por un paso de peatones, siendo arrollada más de 2 metros por la carretera.
Hasta el lugar del accidente se desplazaron rápidamente efectivos de la Policía Local de Jerez y los servicios de emergencia con dos ambulancias, que trasladaron a la herida al Hospital Universitario que se encontraba consciente presentando daños en un brazo y una pierna.

En el inicio de la vía, una señal marca que la velocidad máxima permitida es de 20 kilómetros por hora, junto a otra de resalto. Sin embargo, los residentes mostraron profundamente sus quejas de que esta norma no se cumple por los vehículos que cada día circulan por esta vía que conecta con la zona de Jacaranda e Hipercor.
El paso de peatones de esta zona se encuentra muy cerca de la rotonda desde donde acceden los vehículos y cuya visibilidad se dificulta por los árboles, algo que ha provocado varios accidentes de tráfico en los últimos meses.
A raíz de los hechos, recogidos en exclusiva por elMIRA.es, varios operarios municipales se encontraban en la mañana de este jueves 2 de febrero instalando un badén para obligar a los conductores a reducir la velocidad una vez abandonen la rotonda de Ifeca.

Instalación de badenes
Un badén, también conocido como “vado”, es una zanja con una depresión en un tramo de la vía. Este elemento consiste en una pequeña inclinación hacia abajo en la carretera, que normalmente ocupa toda la anchura de la calzada. El borde de ataque entre la calzada y el reductor de velocidad debe ser, como máximo, de 0,5 centímetros de altura.
Se coloca sobre la superficie de rodadura, cuya finalidad es la de mantener unas velocidades de circulación reducidas a lo largo de ciertos tramos de vía.