La pequeña Esther, de República Democrática del Congo sí podrá viajar a Andalucía. Tras los esfuerzos de su padre adoptivo, el veterinario de Jerez de la Frontera afincado en el país africano, Luis Flores, por expedirle una visa de visita. Tras mucho ruido mediático el Gobierno de España ha permitido que la familia formada por Flores, su mujer congoleña Oda Feza, su hijo Antonio (con pasaporte ruandés y español) y Esther Bazizinya viajen al completo a Cádiz para conocer al resto de la familia del jerezano.
El camino no ha sido nada fácil. Después de un mes y medio y mucho ‘ruido’, el Gobierno de España ha concedido la visa para que la pequeña congoleña Esther pueda viajar a Jerez y conocer a su otra familia.
Luis Flores, español, reside en la República Democrática del Congo desde septiembre de 2016 y trabaja como veterinario jefe y director del programa de formación de veterinarios africanos en el Centro de Rehabilitación de Primates del Lwiro. Allí formó su familia junto a su esposa Oda Feza. Ahora querían venir todos de vacaciones, pero en principio, la pequeña Esther, bajo su tutela desde hace dos años, no podría visitar España.
Agosto era el mes en el que tenían planteado visitar a la familia en Jerez de la Frontera pero todo se truncó con la negación por parte del Gobierno del permiso de la pequeña para viajar.
Para ello, pidió un visado Schengen en la Embajada de Bélgica en Kigali, bajo autorización de la Embajada de España en Kinshasa, que fue denegado a la niña. Ahí comenzó una historia que ya tiene su final feliz, tras muchísimos esfuerzos.
Luis agradece el apoyo mediático imprescindible para conseguir la visa
Luis afirmaba que el problema se centralizaba en España: "Yo, desde el Congo, tengo todos los permisos para poder salir de vacaciones con la niña, desde su propia familia de origen hasta el Gobierno congoleño. El problema era en España".
Luis Flores ha lanzado un vídeo de agradecimiento en las redes sociales por todo el apoyo que ha recibido durante todo este tiempo. “Quiero agradecer todo el apoyo, empatía y humanidad que he recibido. Nos vemos en Jerez y nos tomaremos una copa de Tío Pepe fresquito”.
