jueves. 28.03.2024

Queda en coma vegetativo tras una presunta negligencia del Hospital de Jerez

Una madre de dos niñas y de tan sólo 42 años es víctima de la falta de atención del personal. El SAS no contesta a la familia

  • La familia ha interpuesto una reclamación administrativa, si esta vía no surte su cometido, la familia podría demandar al Servicio Andaluz de Salud

Una mujer, madre de dos pequeñas de 11 y 7 años, ha visto truncada su vida debido, con toda probabilidad, y según se informa en la documentación remitida por la familia, a una imprudencia de los servicios sanitarios del hospital jerezano, quienes ni siquiera se han disculpado por lo ocurrido.

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Trágica historia la ocurrida en el Hospital el 7 de julio y que ahora, tras el silencio del SAS ante la presunta negligencia, los familiares se han dispuesto a hacer pública en MIRA Jerez debido a la impotencia que sienten tras ver arruinado el futuro de toda una familia, tal como nos cuenta entre lágrimas su marido, quien aún no ha superado lo ocurrido.

Violeta, de 42 años, diplomada universitaria, casada y con dos preciosas hijas, empezó a tener problemas de ansiedad a mediados de junio. El día 22 del mismo mes acudió al Centro de Salud y tras su valoración fue enviada a casa con un tratamiento de varios fármacos. Al día siguiente, sin mejoría, acudieron a un especialista de psiquiatría quien la diagnosticó con un brote psicótico breve. El día 24 de junio visitaron la planta de Salud Mental del Centro Ambulatorio "San Dionisio" donde tras una exploración coincidieron en la misma valoración. Continuaron con el tratamiento hasta el día 28 que su marido decidió llevarla al Hospital de Jerez tras ver empeorado su estado, encontrándose en un estado de nerviosismo delirante. Deciden entonces cambiarle la prescripción de medicamentos.

El 2 de julio, estando la familia en el domicilio, el padre de Violeta realiza una llamada de auxilio, su hija acababa de intentar arrojarse por el balcón. Lograron evitar que se precipitará al vacío. Momentos más tarde intentó realizar de nuevo la misma acción desde la ventana del dormitorio, hecho que también pudieron detener.

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Ante la gravedad de lo ocurrido, el marido junto a su familia decidieron volverla a llevar a Urgencias del Hospital, tras lo que la doctora les da la opción de cambiarle de nuevo la medicación o de ingresarla, decidiendo esto último. Violeta fue trasladada al Área de Salud Mental donde la acompañó su madre en todo momento, ante la desconfianza de dejarla sola.

Según el Informe de Continuidad de Cuidados del mismo Hospital de Jerez se le pautó desde su ingreso: "observación especial por riesgo de conductas autolesivas, se aplica protocolo, además de favorecer el acompañamiento por los familiares así como el control de enfermería para favorecer la observación. Se le pauta observación continua ante la persistencia de conductas desorganizadas, riesgo de actuaciones autolesivas y clásticas".

Sin embargo, según añade su marido, ante todo pronóstico, el día 6 de julio el equipo médico decide anular por prescripción terapéutica que su propia madre la acompañe continuamente, contradiciendo lo que pautaron en un principio, mientras él, al tener que trabajar y cuidar de las pequeñas no podía permanecer siempre en la habitación. La familia mantuvo una postura reacia a esta prohibición, pero accedieron a la petición confiando en la experiencia de las doctoras, no sin antes pedirle al personal sanitario que no cesaran en su vigilancia, así como que la dejaran hablar con su hija por teléfono, algo que no cumplieron, es decir dejaron a una madre sin contacto con su hija pequeña.

recibieron una llamada, Violeta había intentado quitarse la vida, la dejaron sin vigilancia

El fatídico día 7 de julio, mientras la madre del marido estaba visitándola, ante el estado de Violeta de nerviosismo y delirio, el personal sanitario "invitó" a la suegra a abandonar la visita y marcharse. Por la tarde se personó el marido para visitarla junto a la madre de Violeta, solicitando que les dejarán pasar la noche allí, a lo que recibieron la negativa de las doctoras de planta. Pasearon junto a ella durante un rato por el pasillo, su madre se fue y él se quedó hasta las 21:50 horas. A su marcha, su marido informa que le comunicó al personal sanitario que velaba por su seguridad que por favor no cesaran en su vigilancia. Sin embargo, al poco de abandonar el hospital recibieron una llamada, Violeta había intentado quitarse la vida ahorcándose con un trozo de sabana en su habitación. La dejaron sin vigilancia. En la habitación no había muebles, sólo la cama, había desgarrado la sábana con sus dientes.

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Según se recoje en la documentación, la doctora afirmó que había ocurrido a las 22:03 horas, a pesar de que llamaron a la familia para avisarles a las 23:14 horas. Una paciente con alto riesgo estuvo sin vigilancia un largo tiempo a pesar de tener como pautas la vigilancia continua para evitar cualquier riesgo. Los minutos que afirmaron desde el hospital, por tanto, no concuerdan con el tiempo que se tardaba en desgarrar la sábana y los minutos sin oxígeno.

Tras ser atendida y reanimada por intento de autolisis, la trasladaron a la Unidad de Cuidados Intensivos con diagnóstico de Encefalopatía Postanóxica, permaneciendo durante largos minutos sin oxígeno en el cerebro.

La familia denuncia la negligencia médica tras no haberse tomado las medidas preventivas de observación, cuidados necesarios y vigilancia continuada, que fueron pautadas en el Informe de Cuidados del Área de Salud Mental. El marido de Violeta, A.P.R., ha realizado una Reclamación Administrativa de la cual aún no ha recibido ningún tipo de respuesta por el SAS, así como ningún tipo de disculpas por lo ocurrido y por saltarse el protocolo. Lamentan la falta de predisposición de la Jefa de Psiquiatría, con la que han mantenido reuniones y han notado falta de cercanía, empatía y de explicaciones por el trágico desenlace.

Es llamativo, según han informado a MIRA Jerez, que a pesar de las pautas establecidas que recomendaban el contacto continuo con su familia, las doctoras al cargo decidieran anular este precepto a pesar de que tampoco tomaron las medidas de control y vigilancia necesarias. Si hubieran permitido que la madre de Violeta o su marido pasaran con ella la noche, ella estaría bien, así como también si hubieran cumplido el control continuo.

Violeta, tras un tiempo ingresada, se encuentra en estos momentos en estado de coma vegetativo en casa de sus padres, en Sanlúcar de Barrameda, ya que necesita unos cuidados continuados, y su marido tiene que seguir trabajando para mantener a sus dos niñas de tan sólo 11 y 7 años, quienes ven ahora a su madre postrada en una cama debido a que no estuvo vigilada tal como debían hacer.

Si la reclamación no surte su cometido, la familia tiene el pensamiento de demandar al Servicio Andaluz de Salud de la Junta de Andalucía.

MIRA Jerez ha intentado ponerse en contacto obtener la versión del SAS sin éxito.

Queda en coma vegetativo tras una presunta negligencia del Hospital de Jerez