
Nunca antes en la historia, se había visto una vendimia tan tempranera en el marco de Jerez de la Frontera. Muchos han sido los condicionantes que han llevado a la apertura del primero de los lagares registrados en la Denominación de Origen jerezana. Entre ellos, se pueden mencionar las altas temperaturas que se están registrando este verano, el fuerte viento de levante que está soplando, así como la larga sequía en la zona.
Así pues, la uva en Jerez ha alcanzado una maduración más temprana, logrando prematuramente los niveles de azúcar y acidez adecuados para el inicio de la recolecta. Eso sí, no en todos los pagos ni en todas las viñas se ha producido al mismo nivel, existiendo una gran desigualdad en términos de madurez que debe ser como mínimo de 10.5º baumé (o alcohol potencial).

Cabe recordar que normalmente es entre los meses de agosto y septiembre cuando el escobajo verde de la vid se vuelve oscuro y la uva "se rinde"; esto es, se vuelve blanda y dulce.
A pesar de esta singular campaña, caracterizada por un proceso acelerado en la fenología del cultivo que se ha mantenido desde la brotación y con una primavera atípica con baja pluviometría, hacía presagiar una vendimia muy temprana. No obstante, las principales bodegas del marco esperan una uva sana que siga garantizando la elaboración de mostos de alta calidad para sus soleras.
Obtención de los mejores mostos
Una de las primeras en ponerse manos a la obra ha sido Bodegas Fundador, que un año más apuesta por la recolección nocturna con el objetivo de lograr la máxima calidad de sus vinos. En este sentido, Antonio Florido, director de enología asegura que “recolectar la uva en el momento adecuado y en las mejores condiciones, es un elemento clave para asegurar la obtención de los mejores mostos y, con ello, garantizar la máxima calidad de nuestros vinos de Jerez, nuestros vinos de Harveys y Garvey”.