Durante la noche del viernes 3 de septiembre, en la capital de Málaga se producía un accidente con heridos provocado, presuntamente, por un conductor de 44 años, domiciliado en Málaga, que conducía un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 22:00 horas en la calle Virgen de la Cabeza, Málaga. Efectivos de la Policía Local de Málaga se desplazaron de manera inmediata hacia el lugar, tras haber sido informados desde la Sala 092 de que se había producido un accidente de tráfico.
Los agentes allí presentes comprobaron que el siniestro vial se trataba de una colisión por alcance múltiple de un turismo con su parte frontal en la parte trasera de otro turismo. Este, a su vez, impactó contra un tercer vehículo. Estos dos últimos, según ha informado la Policía Local en un comunicado, se encontraban detenidos ante la luz roja del semáforo situado a la altura del número 23, sentido avenida Carlos Haya.
El accidente dejó tres heridos
Los policías locales pudieron comprobar, al llegar, que el causante se encontraba ileso, a priori. Por su parte, el segundo vehículo, que fue impactado en la parte trasera, tenía daños considerables. Este iba, al parecer, ocupado por dos personas que resultaron heridas. Después de una primera valoración, el conductor del vehículo tenía dolor en el brazo derecho y en el cuello y se desplazó al hospital por sus propios medios. Sin embargo, la pasajera fue trasladada al centro hospitalario por ambulancia, con policontusiones y latigazo cervical.
El conductor del tercer vehículo, el cual también presentaba daños en la parte trasera, resultó ileso en primera instancia. La pasajera que lo acompañaba presentaba dolor en la zona cervical y lumbar, trasladándose por sus propios medios para recibir asistencia hospitalaria.
Los agentes de la Policía Local advirtieron, de manera notoria, que el conductor del vehículo que había causado el accidente presentaba, sin lugar a dudas, síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol. Algunos de estos eran habla pastosa, halitosis alcohólica e incluso necesidad de ayuda para lograr caminar. Ante esto, los policías pusieron en su conocimiento la obligación de acompañarlos a dependencias del Grupo de Investigación de Accidentes y Atestados (GIAA) de la Policía Local para, allí, someterse a la prueba de alcoholemia por aire espirado. El hombre accedió a acompañarlos de manera voluntaria.
Quintuplicaba la tasa máxima permitida
Una vez realizada la prueba, el conductor dio un resultado positivo de 1,36 y 1,35 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en la primera y la segunda prueba, respectivamente.
El coche que conducía se inmovilizó y se trasladó al depósito municipal de vehículos y se informó a su conductor del lugar y los motivos de la misma. Además, también se le informó de que no podría hacer uso de ningún vehículo a motor o ciclomotor mientras no desaparecieran las causas que motivaron la inmovilización.
