Perteneciente a la Universidad de Málaga, un equipo de investigación ha desarrollado un nuevo prototipo que combina sensores en el cuero cabelludo y una interfaz gráfica y permite que personas que sufren un deterioro severo de las habilidades se puedan comunicar con su entorno.
Esto es posible gracias a que el dispositivo lee la actividad cerebral y la materializa en un ordenador que, mediante asistentes virtuales de voz, envía el texto a través de servicios de mensajería instantánea o correo electrónico a los contactos del paciente.
Mejora la calidad de vida
El grupo UMA-BCI ha llevado a cabo este estudio con personas sanas y los resultados muestran su idoneidad para comenzar las pruebas con pacientes que padecen Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), el síndrome de Guillain-Barré crónico u otras enfermedades neurológicas que van debilitando de manera progresiva el sistema motor, aislando al enfermo completamente y provocándole, al no poder relacionarse con el exterior, lo que se conoce como el síndrome del cautiverio.
La idea de que puedan mantener la interacción con el entorno podría suponer una mejora en su calidad de vida. Para lograr esto, el dispositivo permite que se puedan mandar mensajes de texto a los contactos, incluso cuando el paciente no puede ni siquiera pestañear.
El sistema utilizado por los profesionales de la Universidad de Málaga emplea una interfaz cerebro-computadora (BCI), compuesto por un tipo de tecnología de asistencia basada en las señales cerebrales de los usuarios y un sistema externo que las 'traduce'. Esto supone ser una opción válida para dar salida a una actividad cerebral sin que intervenga ninguna acción física.
Sin actividad física
A día de hoy ya existen otros sistemas más eficaces para dar voz y movimiento a personas con dificultades motoras, pero estos requieren la existencia de actividad física, aunque sea mínima.
Francisco Velasco, investigador de la Universidad de Málaga, explica que "lo realmente novedoso de este proyecto es que a través del asistente de voz se controlan aplicaciones de mensajería siendo solo necesario que haya actividad cerebral y sin requerir ninguna otra acción por parte del paciente, como parpadeos o movimientos oculares".
A pesar de que ya se ha testado con éxito el prototipo, todavía tienen que desarrollarse estudios para que pueda estar disponible en el mercado. Esto requiere que deban realizarse pruebas con pacientes reales, con el fin de validar su idoneidad. Sin embargo, ya se posiciona como una herramienta eficaz para mejorar la vida de los enfermos, así como de sus familiares o cuidadores.
¿Cuál es su funcionamiento?
Un dispositivo se colocará en la cabeza de la persona y se le mostrarán en una pantalla diferentes opciones que parpadean. El paciente contará mentalmente las veces que el icono que ha elegido se enciende y cuando llegue a un número determinado, la aplicación que haya escogido se abrirá. Seguidamente, este procedimiento se repetirá en los distintos menús que irán apareciendo como, por ejemplo, en los contactos de su agenda.
Un ejemplo sería en el caso de que el usuario escoja la aplicación de Whatsapp. Una vez seleccionado el remitente y el texto que quiere enviar, el sistema manda un comando de voz sintetizado, el cual es interpretado por un asistente virtual y ejecutado en el teléfono inteligente.
Por su parte, los expertos, además, plantean seguir mejorando este sistema con el objetivo de obtener un dispositivo asequible, así como optimizar los algoritmos para reducir las posibilidades de error en la selección de las opciones.
