jueves. 28.03.2024

Nos topamos con una mujer impredecible. Con una mujer imprevisible. Con una mujer que igual se nos presenta como tierna madraza que como chica fatal capaz de subir todas las temperaturas habidas y por haber. Nos referimos, naturalmente, a Kylie Jenner. La guapa y joven multimillonaria más activa en redes sociales.

No nos cansaremos de decir que ella sabe distinguir con exactitud e inteligencia todos sus registros. Sabe distinguirlos en la atmósfera que rodea cada foto que publica en Instagram. Para Kylie Instagram es la red por excelencia. Es decir: el escaparate que proyecta toda su verdad -o su aparente verdad- hacia todos los confines del mundo.

Kylie Jenner, múltiple y única

Nada tiene que ver su pose como madre tierna a su pose de empresaria en pleno ejercicio de su desempeño. Nada me ver su pose grupal en familia -léase juntas todas las del clan Kardashian- con su pose de viajera a parajes edénicos. Ella es múltiple y única a la vez. Poliédrica y multifacética. Tan plural a veces, tan singular otras.

Últimamente ha sacado su lado más sexy. Más corporal. Más carnal. Más explosivo. Para subir la temperatura de propios y extraños. Sus seguidores, que se cuentan por millones, no han dejado de sorprenderse. A pesar que están acostumbrados a la coquetería incluso física de la empresaria.

Para dejar boquiabiertos

Pero las últimas entradas, las últimas publicaciones en su red social, ha dejado boquiabiertos a todo quisque. Igual estila un body erótico de tanga casi inexistente que se sienta en ropa interior negra que casi nada deja a la imaginación para escribir, mientras chupa una piruleta mirando a cámara, frases como “la merienda que devuelve la sonrisa".

Y en todas la combinación de foto y vídeo. La provocación late en su mirada. La sensualidad se desparrame por los cuatro costados de cada instantánea. Lo femenino se torna voluptuoso. La candidez crece en calidez. Los poros de la piel ganan terreno. La travesura es sólo apta para adultos. Luciendo palmito

Kylie Jenner, sí, luce palmito de un tiempo a esta parte, así es en efecto. No esconde su cuerpo, como suele hacer, por ejemplo, Billie Eilish, otra reina de las redes sociales en cuanto a número de seguidores. En esto también se diferencian ambas estrellas del firmamento fan. Una saca pecho y otra cubre cuanto más mejor.

Entre Kylie Jenner y sus hermanas tampoco existe demasiado recorrido diferencial en lo tocante a la exhibición del físico. Ellas lo valen. La belleza es digna de ser mirada y admirada. En el juego de seducción radica la magia y la clave de muchos aspectos. Kylie Jenner, en este sentido, es toda una experta.

“La merienda que devuelve la sonrisa” a Kylie Jenner