Se trata, a no dudarlo, de una estrella que no para de brillar: Billie Eilish. No es necesario rebuscarla en las alturas inalcanzables. Ni en la cúspide de lo imposible. Ni en la llanura lunar de lo inexistente. Ni en la utopía. Ni en lo quimérico. Ni en la salvaguarda de otras esferas. Ni en lo insondable. Ni en la cortedad de otro planeta.
No. Tampoco es que la artista juegue al caballo ganador de un marketing de vocerío y fritanga. Nada de eso. No se ha alistado al juego fácil de su fama inicial. Más bien todo lo contrario: desecha la trillada facilidad de las cosas. Y más aún vivir de la renta de su pronta pero multitudinaria fama.
Billie Eilish ha creado su imperio
Sí es cierto -y sería enteramente absurdo negarlo- que ha creado su imperio. En cuyo piso están prohibidas las fregonas de la mediocridad. Lo mediocre no tiene nada que ver con la rentabilidad crematística. Lo mediocre es la antítesis, la antonimia, de la libertad personal en función de su educación, su respeto (para con el prójimo) y su honestidad (para consigo mismo).
La vocalista, sí, ha creado su imperio con sudor y lágrimas. Posiblemente en cantidades bien proporcionadas. Su propuesta musical es su distintivo de calidad. Por ésta recibe una cantidad considerable de dinero -¡no podía ser menos!- en base a la reproducción de temas y vídeos.
Ya sabemos por descontado que hablamos de una de las celebridades más populares del panorama musical internacional, amén su corta edad. Saltó a la fama con su single 'Ocen Eyes'. Aquello fue un pelotazo. Todo un trallazo de bocas abiertas y aplausos precoces. Una revolución en corto, una crecida del movimiento fan, el huevo de Colón con redobles adolescentes.
Un tema con fuerza para elevar a Billie Eilish
Enseguida el tema cobró fuerza en las plataformas musicales -como un relámpago de asombro- y su estilo melancólico enamoró a los usuarios de varias generaciones. Ya sabemos que bajo ningún concepto la melancolía está sobrevalorada. Mas bien todo lo contrario.
Como muestra valga un botón: Billie Eilish acumuló más de 37 millones de suscriptores en YouTube, el video de 'Bad Guy' rebasó el billón de reproducciones. Y todo se disparó como un confeti de nombradía.
Se hizo la chica omnipresente. Para bien de sus millones de seguidores. Y es que tiene una enorme presencia en otras redes sociales como Spotify. Pasemos por tanto a la pregunta del millón -y nunca mejor dicho-: ¿cuánto gana por las reproducciones de su música online?
Rigurosos en los datos
Seamos rigurosos en los datos. Algunos portales estimaron que la artista recibió de YouTube entre 8,868 y 142,661 dólares por las más de 31 millones de visitas en sus videos por mes, sus ingresos anuales se valoraron en 10,7889 dólares, amasando más de 1,879,505 dólares desde su ingreso a la plataforma. Sin cifras que ponen los ojos como platos.
En efecto también cuenta con un perfil muy seguido en Spotify, su canción con más reproducciones es 'Bad Guy'. De modo que se calculó que solo el stream de esta canción recibió más de 1 millón de dólares, lo que quiere decir que generó 3,455 dólares por día. Las cifras ya se disparan sin apenas haber apretado el gatillo de ninguna ambición.
En la misma plataforma, la canción 'when the party's over' registró 238 millones de reproducciones y tuvo ganancias de 800 mil dólares al mes, aproximadamente 16 millones de pesos mexicanos. El aplauso ya pasa a ovación.
Aún hay más: las 5 canciones más escuchadas de Billie Eilish en Spotify podrían representar una fortuna de 11 mil dólares por día, en pesos mexicanos serían 220,124. ¿Vamos sumando o ya hemos perdido la cuenta?
