miércoles. 24.04.2024

Advierten de una oleada de ingresos por trombos en las piernas y los pulmones

España es el único país de Europa que no financia los ACODS

Lo advierte los neumólogos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR): “Tras la primera oleada de ingresos por COVID-19 que ha afrontado nuestro sistema sanitario, ahora nos vamos a encontrar con una segunda oleada de trombos en las piernas y en los pulmones por la inmovilización, el encamamiento, el confinamiento o por enfermedad médica, ya sea el COVID-19 u otra que haya provocado una movilidad reducida.

Debemos prepararnos y el Ministerio de Sanidad debería aprobar de forma prioritaria la financiación pública de los anticoagulantes orales de acción directa. Urge ahorrar costes al sistema sanitario", ha dicho el doctor Luis Jara Palomares, neumólogo y coordinador del Área de Circulación Pulmonar de SEPAR.

Es importantísimo, subrayan, porque esos anticoagulantes "son fármacos seguros para tratar el tromboembolismo pulmonar (TEP) o la trombosis venosa profunda (TVP) que ayudarían a evitar nuevos contagios de COVID-19, al no requerir que los pacientes acudan a un centro de salud para ajustar la dosis". Además, de conseguirse su financiación pública, explican, se lograría un ahorro anual de más de 80 millones de euros.

De hecho, respecto a esto último, la realidad es que es algo que se lleva reclamando desde hace años. La financiación pública de los anticuagulantes orales de acción directa (ACODS) o un visado para poder administrarlos según las diferentes situaciones clínicas es una petición defendida por distintas sociedades científicas, entre las que se encuentra SEPAR, pero la realidad es que España, sin embargo, es hoy el único país de Europa que no financia estos fármacos.

Y ello pese a que las Guías de Práctica Clínica para el Diagnóstico y Manejo del embolismo pulmonar agudo desarrolladas por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) en colaboración con la Sociedad Europea de Respiratorio (ERS), de 2019, ya establecen que los nuevos anticoagulantes orales deben ser el tratamiento de primera elección para tratar estos episodios.

"De las opciones terapéuticas disponibles para tratar el tromboembolismo pulmonar, en esta era COVID-19 hay que recurrir a aquellas que no precisen un control en el sistema sanitario, para que el paciente no tenga que acudir a un centro de salud y así se evite su contagio. Una opción son las heparinas de bajo peso molecular, pero su coste aproximado es de 300 euros al mes por paciente.

La otra opción terapéutica que tenemos no está financiada por la Seguridad Social: son los anticoagulantes orales de acción directa, con un coste mensual de unos 85 euros, que ahora pagan los pacientes de su bolsillo".

Advierten de una oleada de ingresos por trombos en las piernas y los pulmones