miércoles. 24.04.2024
Isabel Díaz Ayuso (PP) y Santiago Abascal (Vox)
Isabel Díaz Ayuso (PP) y Santiago Abascal (Vox)

Madrid se encuentra viviendo unos turbulentos días en el ámbito político. Las próximas elecciones del 4 de mayo mantienen un tenso pulso entre la derecha y la izquierda, que ven en Ayuso y Pablo Iglesias sus máximos exponentes. Para hacerse con el mando de Madrid, el PP de Isabel Díaz Ayuso deberá de contar con el apoyo de Vox, algo que mantiene en vilo a los populares que son conscientes de la caída en apoyos al partido de Santiago Abascal en Madrid.

A Ayuso no le salen las cuentas. La mayoría absoluta a día de hoy parece algo utópico, de acuerdo a los trackings internos más recientes del propio partido. Pese a que todavía queda mucha campaña por delante, desde el PP de Madrid están advirtiendo que no hay lugar para "confiarse".

En las encuestas de la semana pasada, el PP se encontraba alrededor de los 55 escaños, justamente en el límite. Sin embargo, parece que Vox se ha estancado, incluso se podría decir que se ha desinflado. Por ello, en el seno de los populares se está barajando la idea de que el partido de Santiago Abascal podría quedarse sin representación en el parlamento de Madrid, lejos de los 12 escaños que mantiene a día de hoy en la Asamblea madrileña.

Con este miedo al fracaso, Vox podría poner en peligro la mayoría absoluta de la derecha, un factor con el que no se contaba al principio de la campaña electoral. Todo lo contrario está ocurriendo en el PP, al que ninguna encuesta niega su subida espectacular respecto a los resultados de las elecciones autonómicas de 2019. Por aquel entonces, el PP logró 30 escaños, estando la mayoría absoluta en los 67.

¿Qué pasa si se cae Vox en Madrid?

Ante esta tesitura, en el equipo de campaña del PP empiezan a barajar opciones en caso de que Vox pegase el 'petardazo' en Madrid. Por ello, dentro del partido se preguntan si quizá no convendría dar algo de cancha a Ciudadanos para garantizarse que la formación naranja entre en la Asamblea, e intentar así que, pese a la crisis en la relación de los dos partidos, Cs acabe inclinándose de nuevo a la derecha.

Rocio Monasterio e Isabel Diaz Ayuso

Como es obvio, esta opción también tiene fuertes riesgos, pues en el PP temen que este contexto de guerra abierta entre los dos partidos que eran socios hasta antes de ayer, y que tienen que continuar siéndolo en importantes Gobiernos autonómicos, los de Inés Arrimadas pidan a los populares el cese de Ayuso para proceder a la investidura de otro Gobierno del PP.

En este sentido, el PP debería de blindarse buscando el apoyo de referentes del partido. Todas las encuestas publicadas dan por ganadores a los populares, pero en el seno interno de la campaña no se de nada por hecho, ni tan siquiera se respira un ápice de tranquilidad.

La relación de PP y Vox no pasa por su mejor momento

Así, a nivel nacional, el bloque del centro derecha se ve envuelto en un proceso anticipado de recomposición, en el que la caída de Cs ha obligado a Casado a revisar su plan para poder optar a ser elegido en las próximas elecciones. Por el momento, la primera rectificación impuesta, sustancial, es su ruptura con el partido de Santiago Abascal.

Tanto PP y Vox están acostumbrados a sus idas y venidas. La relación de ambos partidos siempre ha sido polémica y en Génova se han decantado por el divorcio rotundo como salida cortoplacista para ganar a Abascal la moción de censura que presentó contra Pedro Sánchez. Dicha estrategia mantenía un sentido electoral, ya que en el PP coinciden en que no pueden volver a ser una opción de gobierno nacional si se escora a la derecha y pierde el centro.

La caída de Vox asusta al PP de Isabel Díaz Ayuso