jueves. 25.04.2024
Un niño con un perro de apoyo en la playa
Un niño con un perro de apoyo en la playa

Para Víctor, Victoria y Pam, este pasado lunes iba a ser un buen día de playa en familia, sin embargo, un grupo de bañistas decidió increpar al joven con autismo severo por el hecho de llevar a su perro de apoyo. Este lamentable suceso ha ocurrido entre Cala Mosca y Punta Prima, en Torrevieja (Alicante), cuando el joven de 15 años estaba a punto de entrar en el agua, un grupo de doce personas comenzó a increparle para que sacara al animal del agua.

Victoria, madre del menor, ha contado en 'El Español' el mal trago que le tocó vivir junto a su hijo. La mujer recuerda que contempló la escena mientras los bañistas se acercaban a su hijo. "De malas maneras nos dijeron que nos teníamos que ir, que esta no era una playa para perros", cuenta la madre.

Y no les faltaba razón, no era una playa para perros, pero Pam no es un perro cualquiera. La perrita es el perro de apoyo de su hijo Víctor, diagnosticado de autismo severo y cuyo uso está permitido en prácticamente todos los lugares, salvo en intervenciones quirúrgicas. 

Además, Pam llevaba chaleco y la documentación correspondiente que le acreditaba como el perro de apoyo de Víctor, pero los bañistas continuaron increpándoles diciendo que  "eligiera entre el niño y la perra", e incluso se lamentaron de que tuviera un hijo con autismo.

Víctor, que fruto de su autismo severo "tiene una mentalidad más inocente que su edad", cuenta Víctoria, observó toda la escena sin decir nada, pues el principal síntoma de su autismo es que no puede hablar. Ante las constantes recriminaciones por parte de los veraneantes, Victoria decidió abandonar la playa junto a su hijo y la perra.

Los bañistas huyeron antes de que llegara la policía 

Ante la tremenda injusticia a la que tuvo que hacer frente esta familia, Victoria, "derrotada" y "casi en estado de shock", optó por llamar a la policía, y junto a la adiestradora de Pam, volvieron a la playa para lograr denunciar a los increpadores, pero para su sorpresa, ya no estaban.

Ahora, esos veraneantes que mañana volverán a la playa como si nada, han chafado prácticamente el verano a Víctor, que como su madre explica "ya no quiere volver a la playa". Al día siguiente de lo ocurrido, y para hacerle ver que no pasaba nada, la mujer decidió llevarlo de nuevo a la playa, pero cuando estaban cerca, el adolescente se dio la vuelta sin decir nada. 

Así, Víctor tendrá que seguir trabajando para lidiar con una dificultad más. El trauma que ahora le supone ir a la playa se queda para la madre y el pequeño, que juntos esperemos que pasen el mal trago que estos egoístas bañistas decidieron hacerles vivir de manera totalmente injustificada.

Echan de la playa de Torrevieja a un niño con autismo por ir con su perro de apoyo