Juan Carlos I precisa de atención médica tras conocerse las cintas de Corinna

El escándalo de sus contenidos hacen mella en la salud del monarca

Estaba cantado. Con voz desafinada, naturalmente. Las cintas -reveladoras, demoledoras- de Corinna ha provocado un fuerte ataque de ansiedad en Juan Carlos I. Sus ochenta años de edad no han templado la serenidad necesaria para sortear la escandalera -la marimorena- que ha levantado unas declaraciones que, a no dudarlo, pone contra las cuerdas la envergadura moral del soberano.

Según ha revelado y desvelado la periodista Pilar Eyre el monarca sufrió un intenso ataque de ansiedad que precisó de pronta atención médica. Eyre ha comentado que “se encontró mal e hicieron ir a un médico. Tras el ataque de ansiedad, el Rey está teniendo sesiones diarias, además, con un fisioterapeuta para poder recuperarse”.

La noticia estalló el pasado 11 del presente mes de julio con la publicación del contenido de las “famosas” cintas. Corinna conversó con el comisario José Manuel Villarejo y el empresario Juan Villalonga para asegurar que Juan Carlos I la usaba como testaferro con terrenos adquiridos en Marrakech y además afirmaba categóricamente que poseía cuentas en Suiza a nombre de su primo Álvaro de Orléans y Borbón.

No cabe la menor duda que la empatía social, el liderazgo en suma, de la dinástica de los Borbón está atravesando sus horas bajas. Se trata de otro duro golpe -después del desgaste de imagen provocado por el ingreso en prisión de Iñaki Urdangarin: primer miembro de la familia real en pisar la cárcel- para el reinado de Felipe VI. Mientras tanto todos se recuperan del susto de salud protagonizado por Juan Carlos I.