Una de las leyes más controvertidas, por su infinidad de opiniones y debates, por fin se pone en vigor este viernes 25 de junio en España. Hablamos de la Ley Orgánica para la regulación de la Eutanasia, que se aprobó el pasado mes de marzo en el Congreso de los Diputados, y que ha comenzado a funcionar 3 meses después de su aprobación.
Esta ley da la posibilidad de practicar la eutanasia a pacientes que lo hayan solicitado y que se encuentren en un estado de "padecimiento grave, crónico e imposibilitante o enfermedad grave e incurable, causantes de un sufrimiento intolerable".
¿Cómo se puede llevar a cabo?
Tras la solicitud del paciente, el médico responsable informará al paciente sobre su diagnóstico, posibilidades terapéuticas y resultados esperables, así como sobre posibles cuidados paliativos. De esta forma, se aseguran de que el paciente conoce y entiende toda la información sobre su diagnóstico para que así pueda tomar la decisión que prefiera.
Aún así, después de haber confirmado por segunda vez que desea la eutanasia, habrá una reunión entre médico y paciente. Antes de ello, el médico deberá pedir la opinión de un facultativo formado en el "ámbito de las patologías que padece el paciente" pero que no sea de su "mismo equipo del médico".
De igual forma la comisión de evaluación autonómica deberá elegir a dos expertos, uno de ellos jurista, que evalúen el caso. Ambos expertos deben de estar de acuerdo en su decisión, ya que, de lo contrario, será el pleno de la comisión quien la tome.
En este sentido, los profesionales sanitarios directamente implicados en esta prestación de la eutanasia "podrán ejercer su derecho a la objeción de conciencia". Un reparo que "deberá manifestarse anticipadamente y por escrito".
