viernes. 29.03.2024

‘Okupan’ la casa de una enfermera en la pandemia

Los okupas han dejado sin casa a una profesional sanitario que estaba salvando vidas

Se llama Pilar. Es una gran profesional. Enfermera para más señas. Cuenta 62 años de edad. Es una campeona. Una heroína sin capa. Durante la pandemia se ha entregado en cuerpo y alma para salvar vidas. Y lo ha hecho arriesgando el todo por el todo.

Sí: no es frase adecuada a las circunstancias. Pilar ha salvado vidas. Y lo ha hecho en un centro de salud de Reus (Barcelona). Así lo ha contado ella misma: “Soy vecina de Vic, pero esto que os explicaré puede pasarle a cualquiera en España”.

“Tengo 62 años -prosigue-, trabajo en un centro de salud de Reus y entraron en mi casa de Vic, mi única propiedad y en la que estoy empadronada. Solo hacía tres meses que la puse en venta al conseguir la plaza oficial en Reus". Pilar quiere hablar claro…

En este sentido la sanitaria ha denunciado que "si os okupan vuestra vivienda ya no importará si solo hace 24 horas o si es vuestra vivienda habitual" y el hecho de que el propietario pierda "todos los derechos sobre la casa y sobre todas vuestras posesiones mas personales". "En este momento no podéis recuperar nada, tendréis solo lo puesto", ha afirmado.

Vivir para ver: asimismo critica la falta de justicia legal para la persona a la que le okupan la casa, ya que "si los molestas o les cortas suministros a los okupas, te denunciarán a ti, y esto puede costar indemnizaciones, la justicia te perseguirá; los okupas tendrán abogados de oficio y por lo tanto una vez mas les saldrá todo gratis".

Ha contado, además, que "en un intento de mediación, mis okupas tuvieron las narices de decir que esta casa les iba muy bien, que ellos no tenían problemas de dinero pero que querían una casa. 'Los vulnerables' que han ocupado mi casa tienen coche y a la semana contrataron fibra óptica".

El mundo puesto bocabajo. Pilar ha explicado que "la vía legal tardará entre uno y dos años en desalojarlos, mientras que el "desalojo exprés' puede tardar 3 o 4 meses, eso sin época de coronavirus, y los costes del proceso son elevados".

Con todo y con eso, aún mantiene viva la esperanza "porque esta es la única casa que tengo, la única oportunidad de tener casa para mi jubilación". "Me he sentido abandonada por instituciones, policía y justicia", ha asegurado tajantemente. Esto me ha pasado durante el confinamiento, mientras los sanitarios estábamos trabajando. Mucho aplaudir, sí, pero este ha sido mi resultado".

‘Okupan’ la casa de una enfermera en la pandemia