La agresión homófoba producida en Malasaña, uno de los barrios más LGTBIQ de Madrid, en la que ocho encapuchados apalearon a un joven y le hirieron con un cuchillo escribiéndole en el trasero la palabra "maricón" está siendo investigada por la Policía Nacional. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado de manera urgente la comisión contra los delitos de odio tras este suceso.
Una agresión y delito de odio homófobo que ha levantado ampollas en redes sociales como Instagram y Twitter en las que miles de usuarios han volcado sus frustraciones y protestas. Después del asesinato del joven Samuel Luiz, y la cadena de agresiones que se han ido sucediendo a lo largo de los últimos meses sumado a las protestas de los ciudadanos de todo el país ha acaparado la atención del Gobierno Central.
Esta vez ha sido en Madrid, en pleno centro, en Malasaña y a plena luz del día. No es precisamente un lugar en el que hasta ahora se haya percibido un corriente homófoba, más bien la contrario. Sin embargo, a un joven le han golpeado y le han grabado maricón y una cruz invertida en el trasero.
La Policía Nacional investiga el suceso
La Policía Nacional está revisando las cámaras de seguridad de la zona y hablando con testigos y vecinos del lugar donde un grupo de ocho jóvenes amenazó y rajó con una navaja a otro en una agresión homófoba en el madrileño barrio de Malasaña.
Los hechos tuvieron lugar el domingo sobre las 17.15 horas. Según ha contado a los agentes el denunciante, un español de 20 años, volvía casa cuando fue abordado en el portal por este grupo, vestidos con sudaderas negras con capuchas y pasamontañas, que le profirieron insultos como "maricón de mierda", "asqueroso", "comemierdas" o "anticristo".
También le propinaron varios cortes con una navaja tanto en el labio inferior como en el glúteo, donde le marcaron la palabra "maricón", dejándole malherido tumbado en el suelo. Tras ser atendido por sus heridas denunció los hechos en la comisaría de Centro de la Policía Nacional.
De momento no ha trascendido ni los datos de la víctima ni su dirección exacta para no entorpecer la investigación. Después de la atención médica, la víctima ya está en casa. Los autores, que se desconoce si era un grupo de amigos o una banda juvenil organizada, se enfrentan a un posible delito de lesiones graves y otro de odio.
