viernes. 19.04.2024
Anna y Olivia, niñas desaparecidas en Tenerife
Anna y Olivia, niñas desaparecidas en Tenerife

Han pasado ya casi tres meses desde el pasado 27 de abril, fatídico día en el que Beatriz Zimmermann hizo pública la desaparición de sus hijas. Desde entonces, nadie olvida a Anna y Olivia, las pequeñas desaparecidas y asesinadas a manos de su padre, Tomás Gimeno, del que todo a punta que también se quitó la vida tras acabar con las de sus hijas. 

Pese a que no se han encontrado restos mortales de la pequeña Anna y tampoco de Gimeno, no se pierde la esperanza y todavía se sigue buscando el paradero de ambos mientras que a la vez salen a la luz nuevos detalles de cómo fueron aquellos momentos previos y posteriores al suceso.

Joaquín Amills, portavoz de Beatriz Zimmermann, y presidente de SOS Desaparecidos, ha ofrecido nueva información en una entrevista con 'Almería Hoy', revelando el despiadado último recuerdo que Gimeno dejó a Beatriz de sus hijas. 

"Su maldad es propia de un depravado"

El portavoz afirma que Gimeno lo "tenía todo perfectamente planeado" y que su maldad es "propia de ser un depravado". "Dejó a sus hijas un momento para ir al puerto y comprobar que el barco funcionaba y todo estaba listo conforme a lo previsto. Después recogió a las niñas, fue a su casa a las 19:30 y allí las mató", confiesa el portavoz.

Sin embargo, su maldad se magnificó con el "último recuerdo" que dejó a Zimmermann por parte de su hija Olivia. Justo antes de asesinarla, Gimeno obligó a la pequeña Olivia a grabar un audio encargando a su madre recoger unos cuadros. Sin que la mujer lo supiera, este sería la última vez que escucharía la voz de su hija, pues ya Tomás Gimeno tenía el plan más que decidido.

"Tomás Gimeno envió a Beatriz un último recuerdo. Una maldad propia de un ser depravado. En ese momento asesinó a sus dos hijas", desvela el presidente de SOS Desaparecidos y voz autorizada de la madre de las pequeñas.

"Su objetivo consistía en castigar a su exmujer"

El portavoz de la familia ha afirmado que Gimeno "nunca actuó por impulso ni por un brote psicótico sin tener la conciencia clara". "Lo tenía absolutamente todo premeditado. Sabía en todo momento dónde tenía que estar, aunque acabó con su vida por cobardía, para no afrontar la imagen que merecía como el asesino de sus hijas que dejó a su perro tras matarlas", ha asegurado Amills.

"Al encontrar el cuerpo de Olivia supimos con seguridad que había planeado hasta el último detalle del crimen esperando que las condiciones del mar fueran propicias para su propósito", ha sentenciado el portavoz. "Su objetivo consistía en castigar a su exmujer haciéndole sufrir con la desaparición de sus hijas", ha añadido Amills, quien asegura que Beatriz continúa "rota en un millón de pedazos".

"Para mí es un ejemplo de gratitud. Nos daba ánimos constantemente. Todos los días nos decía 'hoy encontraremos a las niñas'. Siempre recordaré una frase cuando apareció el cadáver de Olivia: 'Joaquín, las hemos encontrado, aunque no en la forma que habíamos soñado'", explica en su entrevista con el citado medio.

Tomás Gimeno dejó a Beatriz un "último recuerdo" de Olivia antes de asesinarla