Alrededor de 400 millones de personas padecen diabetes en todo el mundo en la actualidad. Y todo indica que este número de personas no hará más que subir. Es una de las enfermedades más comunes y prevén que en los próximos 20 años el número aumentará en un 40%. Esto se debe a los altos índices de obesidad, la mala alimentación, la vida sedentaria y otra serie de malos hábitos que la sociedad está adquiriendo.
Hay que saber que esta enfermedad se puede presentar de dos formas diferentes: diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. La primera afecta principalmente a niños y jóvenes y causa una deficiencia total de insulina en los pacientes, que deben administrársela de forma externa de por vida. La segunda, es la que más preocupa a los expertos, y provoca que el organismo no fabrique la suficiente insulina para el correcto funcionamiento del organismo. Además, este tipo puede afectar a personas de cualquier edad y generalmente se deriva de una serie de hábitos de vida poco saludables.
¿Qué dieta es la ideal?
Si le diagnostican esta enfermedad, probablemente piense que no va a poder consumir los alimentos que le gustan. Pero esto no es así, tal cual. La clave para la diabetes es consumir una variedad de alimentos saludables, en las cantidades establecidas en su plan de alimentación. Aunque también puedes darte algún capricho, sin abusar.
Entre las comidas más recomendadas se encuentran: Verduras, frutas, legumbres, proteínas, lácteos descremados y bajos en grasa, y por último, grasas saludables como el aguacate o aceite de oliva.
Entre los alimentos que se deben evitar se encuentran: Alimentos fritos y altos en grasas saturadas; Alimentos con un alto contenido de sal; Dulces; y, Bebidas con azúcar agregada.
Seguir esta dieta equilibrada nos ayudará a controlar nuestra enfermedad, y también nos puede ayudar a prevenir la aparición de diabetes. El 80% de las personas con diabetes de tipo 2 tienen problemas de obesidad, lo que supone que es un claro factor en la aparición de esta enfermedad. Por lo tanto, si mantenemos una dieta equilibrada podremos ayudar a prevenir la diabetes.
Asimismo, las principales sociedades científicas para el control de esta enfermedad recomiendan, además del control del azúcar en sangre, mantener niveles normales de colesterol, triglicéridos en sangre y presión arterial. Para ello, es bueno potenciar los alimentos con índice glucémico bajo/medio como las legumbres, las verduras y los cereales integrales, así como una dieta rica en fibra vegetal. La fibra también puede ayudar a reducir el riesgo cardiovascular y alcanzar un peso corporal adecuado.
¿Qué se debe evitar?
Por otro lado, el alcohol no es nada recomendable para una persona que padezca diabetes, ya que entorpece la liberación de glucosa por el hígado. Además, puede originar hipoglucemias intensas. Otra cosa que se deben evitar, para sorpresa de muchos, son los productos dietéticos. “Es un error pensar que las personas diabéticas pueden consumir libremente los productos etiquetados como tolerados por diabéticos”, explicó Laura González, responsable de Nutrición y Salud de Nestlé.
Muchos de esos alimentos se elaboran con fructosa que al ser más dulce que el azúcar común se utiliza en menor cantidad, pero no deja de ser un azúcar. No habría problema en incluirlos en la alimentación si se conoce su composición y se realiza el cálculo correspondiente. El paciente diabético puede comer prácticamente de todo en las cantidades prescritas, pero hay que prestar atención a determinados alimentos.
La nutricionista también advirtió de las piezas frutas, ya que no todas contienen la misma cantidad de azúcares. “Debemos tener especial cuidado con las raciones. Una manzana pequeña será una ración, mientras que para el plátano o el mango la ración será medio”, concluía.
