En las instalaciones de los clubes deportivos es cada vez más común el uso de césped artificial por encima del césped natural, por lo que si estás pensando en colocar este en tu casa o en alguna otra propiedad, seguramente te preguntes sobre la razón para el uso frecuente de este tipo y las ventajas del mismo sobre el otro.
Resultan muy interesantes las amplias diferencias existentes entre ambos tipos de césped, comenzando por su mantenimiento, el cual será más riguroso para un césped natural; pero existen además otras características muy diversas en cada uno de ellos, y también ciertos beneficios que hacen a uno mejor que el otro. Por eso, antes de tomar la decisión sobre el tipo de césped a utilizar, tómate el tiempo de leer el contenido de este artículo y así descubrirás la mejor opción para ti en base a sus principales diferencias.
Mantenimiento del césped
La principal diferencia existente entre el césped natural y el césped artificial, se encuentra en el mantenimiento o cuidado que debe ofrecer su propietario a cada uno de ellos. Mientras en el caso del césped natural será necesario un constante riego, corte y protección contra el uso frecuente, el césped artificial se trata de un tipo de material menos exigente, que sí requiere de mantenimiento y riego, pero menos constante y en menor cantidad.
De hecho, el césped artificial no se deteriora tanto como el césped natural con el uso, es decir, con las pisadas de los usuarios, deportistas o transeúntes; lo que significa un menor cuidado en líneas generales.
Instalación
En segundo lugar, otra diferencia marcada entre estos dos tipos de césped, se centra en la forma en la cual puedes disponer de él para colocarlo en tu propiedad. El césped artificial necesita ser instalado por personas dedicadas a ello de manera profesional, ya que requiere de materiales y maquinarias especiales para su correcto agarre al terreno y su durabilidad.
Por su parte, el césped natural no requiere de la intervención de profesionales para su instalación, cualquier persona puede instalarlo, o mejor dicho, sembrarlo; pues al ser natural, su conexión con el terreno es indispensable y solo necesitará ser adecuado a él. Su rápido crecimiento y uso dependerán de la forma como sea sembrado, si a través de semillas o a través de trozos de césped natural ya brotados que se adhieren al terreno y debido a la humedad se expande por el resto de éste.
Sus efectos en las personas
He aquí una de las grandes desventajas del césped artificial; si bien la decisión se trata de una totalmente particular y que depende del gusto, la mayoría de las personas que han usado este tipo de césped han indicado que tiene ciertas características desagradables, como el calor que absorbe durante las horas de mayor temperatura del día, causando molestias y a veces lesiones, o también la presencia de gérmenes o bacterias que suelen proliferar más en el césped artificial.
Todo esto frente a las características del césped natural, caracterizado por ser fresco y generar zonas de bienestar y confort para las personas. Siendo una de sus grandes ventajas el hecho de autorregular su propio ph según el terreno, haciendo menos propensa la aparición de los agentes antes indicados. Aunque en el caso del césped natural, dependiendo del tipo de terreno, suele haber presencia de insectos, lo que también es un punto importante a tomar en cuenta al momento de hacer la elección.
Dentro de este punto, es también necesario que se tenga en mente el público para el cual va dirigido el espacio a ser acondicionado con el césped. En algunos casos, como en el de ambientes deportivos para niños muy pequeños, el césped artificial puede generar problemas de alergias, raspones, hipersensibilidad al material, etc.
Los lugares más apropiados para ser usados
Según lo indicado con antelación, las características propias de cada tipo de césped hacen que uno sea más útil en ambientes encerrados o bajo techo, mientras que el otro es más útil en ambientes abiertos. El primer caso se trata del césped artificial, y el segundo del natural; aunque no es una regla fija, pues ambos pueden ser utilizados tanto dentro como fuera.
Sin embargo, deben considerarse también las temperaturas que normalmente se presentan en la zona o localidad; siendo más ventajoso el uso de césped artificial en sitios calientes para evitar el deterioro propio del verano en el césped natural; y así de forma opuesta, ya que el césped natural es mucho más utilizado en ambientes húmedos y fríos.
También se consideran las diferencias para los tipos de deporte, ya que en deportes de contacto como el fútbol, las raspaduras del césped artificial pueden significar un problema que no es común en el béisbol, por ejemplo, donde las zonas con césped no requieren del barrido constante del atleta y, en consecuencia, no existe probabilidad mayor de lastimarse.
Uno de los deportes donde el césped artificial se utiliza con mucha frecuencia es el tenis, las canchas son acondicionadas a menudo con este, obteniendo excelentes resultados.
Cuidado del medio ambiente
Otra de las diferencias que a simple vista pueden notarse entre este par de tipos de césped, está en el cuidado que puede darse a la naturaleza con uno de ellos. Con el césped natural se protege al medio ambiente, puesto que se genera una zona verde o zona donde la naturaleza puede crecer, aunque con mayor cantidad de agua para su mantenimiento, lo que puede traducirse en un daño al ambiente producido por el gasto excesivo de este recurso natural, por encima del gasto que se realiza con el mantenimiento del césped artificial. Así pues, es este un tema a analizar con mucha atención.
También es importante considerar el uso de insecticidas y demás fertilizantes en el césped natural, que puede llegar a ser útil para el desarrollo natural, pero en ocasiones ocasionan otro tipo de daño al ambiente.
En fin, ya sabiendo las diferencias entre uno y otro, no puedo asegurarte cuál es mejor, pues simplemente deberás analizar cuál de los dos se adapta mejor a lo que estás buscando.
