La comunidad científica está debatiendo si se necesita una tercera vacuna de refuerzo o no. Aunque Israel ha comenzado a administrar una tercera inyección de Pfizer a personas con sistemas inmunitarios debilitados, Francia anunció que volverá a inmunizar a quienes hayan sido vacunados a principios de septiembre.
Por su parte, China está considerando aumentar la vacunación de su población, ya que su población está vacunada mayoritariamente con antígenos de manufactura local de virus inactivado. Esta dosis adicional será de la vacuna de ARN mensajero desarrollada por Pfizer y BioNTech.
En cuanto a Indonesia y Tailandia también planean hacer lo mismo, pero solo con los trabajadores sanitarios. Inglaterra está considerando administrar esta tercera dosis al mismo tiempo que la campaña contra la gripe del próximo otoño.
Por el contrario, nos encontramos con Estados Unidos, que es de los pocos países que no cree necesaria esta vacuna adicional, y que de momento, esperará.
¿Qué opinan las farmacéuticas?
En lo que respecta a las empresas farmacéuticas, están ansiosas por estudiar y anunciar los resultados de la formulación de la tercera dosis. Pfizer ha solicitado la autorización de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA).
Mientras tanto, Moderna también ha anunciado una dosis de refuerzo de su vacuna, que aumentará los anticuerpos neutralizantes contra la nueva variante del SARS-CoV-2, que puede causar el Covid-19. En el caso de AstraZeneca, se ha iniciado un estudio para probar la eficacia de la tercera dosis contra la cepa Beta.
Al igual que la FDA de EE.UU., el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) cree que, como consecuencia de falta de datos sobre la protección de las vacunas a largo plazo, es "demasiado pronto" para saber si es necesaria la dosis extraordinaria.
