jueves. 28.03.2024

Pese a que todavía no hemos entrado en el invierno, el frío ya ha llegado de golpe a casi todos los rincones de España. En estos días de bajas temperaturas, lo más normal es encender la calefacción para enfrentarnos al frío. Pese a ello, existen conductores que se resisten a encender la calefacción porque creen que consume combustible, pero ¿es esto verdad o es un simple mito?

En el caso de conducir con bajas temperaturas, la experiencia será muy incómoda, mientras que si lo hacemos con la calefacción puesta, esto puede dar lugar a que nos relajemos y nos podamos quedar dormidos al volante. A esto debemos sumarle que no podemos conducir con el abrigo puesto, pues reduce la movilidad y puede provocar el llamado efecto submarino que nos impide ajustarnos correctamente el cinturón.

¿Cómo funciona el combustible en la calefacción?

En estos meses fríos, la mejor forma de mantener el equilibrio conduciendo pasa por encender la calefacción. Eso sí, si lo haces nada más entrar en el vehículo lo único que sentirás es el frío del exterior entrando dentro. Es aquí donde está la respuesta a nuestra pregunta: El sistema funciona con energía térmica que se desprende de la puesta en marcha del motor del coche.

Por lo tanto, el uso de la calefacción del coche no supone un incremento considerable en el consumo de combustible. El único elemento que interviene en su funcionamiento que sí gasta combustible es el ventilador que hace pasar aire al vehículo, pues este necesita energía eléctrica procedente de la batería, que se carga con el alternador que sí consume combustible. Sin embargo, este gasto es prácticamente mínimo.

Combustible Una persona echando combustible a su vehículo

Pese a ello, debemos tener en cuenta algunas recomendaciones para no provocar un mayor consumo de forma indirecta. En primer lugar, debemos colocar los aireadores hacia los pies, ya que el aire caliente asciende y así se reparte por todo el vehículo. Por su parte, no se aconseja conectar el aire acondicionado y la calefacción a la vez. Esto, no solo es ineficiente, sino que aumenta el consumo de combustible y puede dar lugar a averías.

Por último, debes tener muy en cuenta que este exceso de calor provocará que las emisiones del coche aumenten, por lo que será mucho más perjudicial para el medioambiente. Para evitar esto, revisa el tubo de escape, el catalizador y el filtro de aceite para que la lubricación del motor sea la adecuada.

¿Y en los coches eléctricos?

En los coches eléctricos la cuestión cambia por completo. Estos coches no derrochan nada, por lo que si pones la calefacción, el consumo de energía subirá considerablemente. Los eléctricos tienen la energía más controlada, por lo que si el coche se para, el consumo de energía se paraliza. A no ser que necesites usar luces, radio o la calefacción.

En este sentido, si pones la calefacción, la energía necesaria se extraerá directamente de la batería de tracción. Tendrás la calefacción, pero a cambio la autonomía del vehículo bajará entorno a un 10% o 20%.

Para solucionar este problema, numerosos fabricantes ya están implantando en sus modelos eléctricos una pequeña bomba de calor. Este invento se está haciendo un hueco en la movilidad del futuro, ya que garantiza al máximo el rendimiento en cualquier condición atmosférica.

Mito o verdad: ¿Es cierto que la calefacción del coche consume combustible?