sábado. 20.04.2024
Bertín Osborne y Fabiola
Bertín Osborne y Fabiola

La ruptura sentimental nunca es plato de buen gusto. Sobre todo, por lo común, para los protagonistas de la historia. Suele suceder además que una ruptura sentimental cuenta con una serie de invitados intrusos -de habladores y opinadores por cuenta ajena- que intensifican o recrudecen las razones del porqué de un rompimiento más o menos definitivo de la pareja. Bertín Osborne y Fabiola son la excepción que desconfirman la regla.

Cuando anunciaron el fin de su matrimonio la rumorología se disparó. Se disparó y se disparató. Con una cohetería de habladurías de lenguas de vecindonas que poco atinaban el tiro. La puntería falló estrepitosamente cuando se quiso buscar las razones del porqué. Del porqué de este anuncio que en pureza nadie esperaba ni por asomo. Y no lo esperaba porque la pareja formada por Bertín y Fabiola era modélica hasta entonces.

Hijos en común

Un matrimonio muy enamorado al que además se sumó la unión que produjo el cuidado de sus hijos en común. Y la creación de la Fundación que todos conocemos. Luchadores, honestos, transparentes, bien avenidos. Parecían que estaban hechos el unos para el otro. De hecho así es. Así ha sido. Así fue. Esta realidad, esta compenetración, no la puede negar nadie. No la puede negar ningún hijo de vecino. No la puede negar ningún cronista de la prensa llamada del corazón.

Cada matrimonio es un mundo. Cada matrimonio es un secreto (no necesariamente a voces sino más bien todo lo contrario). Incluso en demasiadas ocasiones las apariencias engañan. Pero en este caso no ha sucedido de tal modo. Bertín ha colocado una cristalera transparente entre su separación y la información trasladada a los medios de comunicación. Para afirmar, confirmar, corroborar y subrayar que no hay más cera que la que arde. No hubo otras razones que el desgaste de la relación…

El mea culpa

El desgaste de la relación, que es al fin y a la postre cuanto se verificó en el comunicado firmado además por el propio cantante, por el propio artista. Un desgaste sobre el que Bertín entonaba el mea culpa. Por -según él- su carácter difícil. No obstante entre ellos dos, a partir del enunciado, todo han sido buenas palabras. Todo han sido piropos y reconocimientos. El amor sigue existiendo. El respeto sigue existiendo. La admiración sigue existiendo.

Nunca nadie ha podido cogerlos en un renuncio. Bertín, a mayor abundamiento, ha comentado que ya se ha cortado la coleta en cuanto a buscar pareja, en cuanto a experimentar nuevos romances porque, palabras literales, jamás encontrará a nadie como Fabiola. Ella “ha puesto el listón tan alto que es imposible ya saltarlo”. No ha habido terceras personas de ninguna de las maneras.

Bertín Osborne y Fabiola Martínez

Las discusiones muy presentes

Por más que a Bertín hayan querido atribuirle un novieta en Sevilla u otras en otros rincones de España. Todo responde al desgaste, sólo al desgaste. Los trabajos obligan a vivir separados durante temporadas. Además de un tiempo a esta parte las discusiones se habían hecho muy presentes entre Bertín y Fabiola. Pasaban de la pasión a no poder soportarse y de no poder soportarse a la pasión. Se han dado una segunda oportunidad en infinidad de ocasiones.

La decisión de la ruptura ha sido más que madurada por ambas partes. Ninguna decisión se ha tomado a la ligera. Ahora se han unido de nuevo. Se han juntado otra vez. Se les ha visto juntos. ¿Dónde? En la fiesta benéfica de la Fundación Bertín Osborne. En la referida fiesta destinada a recaudar fondos para proporcionar recursos útiles a las familias de niños con discapacidad. Ambos se han unido en esta ocasión por este motivo que es constante motivación. Además, igual de cómplices que siempre. ¡Chapeau por ellos!  

Sale a la luz el motivo que une a Bertín Osborne y Fabiola Martínez de nuevo