El niño residía en la localidad de Costa Alegre, situada a unos 140 kilómetros al norte de la capital formoseña. En la misma conferencia, Bibolini explicó que el niño «no tenía factores de riesgo».
«Por referencias del personal de salud, el niño estuvo tres o cuatro días previos con sintomatología de Covid-19 y se detectó que la familia consultó a un curandero y no al sistema de salud inicialmente», indicó el médico. Y añadió que no busca «culpar a nadie, es algo cultural nuestro, y por eso siempre hacemos hincapié en la consulta temprana».
Sobre los aspectos culturales el ministro de la región, Jorge González, dijo que trabajan con las comunidades para que accedan al sistema de salud, pues han encontrado en muchos de sus habitantes «una férrea oposición a la vacunación (contra el covid-19) basados en fundamentalismos religiosos».
Profesionales de la salud
Por otra parte, lo ocurrido reafirma la importancia que tiene una atención inmediata ante cualquier sospecha de un caso Covid-19. Mientras más pronto se confirme el contagio se puede iniciar con un tratamiento adecuado para cada paciente. En este tipo de situaciones el tiempo es fundamental.
De igual forma, la máxima recomendación es siempre acudir con un profesional de la salud. A través de su conocimiento puede identificar si hay motivos suficientes para considerar que se trata de un caso de Covid-19. En caso de ser así puede canalizar al paciente para que reciba los exámenes adecuados para confirmar o descartar el contagio.
Por lo tanto, los remedios mágicos o las curaciones sin evidencia científica ahora son tan cuestionadas. A pesar de las creencias personales, cuando se trata de enfermedades mortales se debe evitar acudir con este tipo de personas porque muchas veces lo único que se consigue es complicar el problema. Mientras que en el peor de los casos puede ser mortal como ene ste hecho ocurrido en Argentina.
