No hay ninguna otra etapa en la vida de cualquier mujer que simbolice un mayor y más alto compromiso que el embarazo. A tal razón, es imprescindible que puedas reconocer las señales que tu cuerpo te da y que te ayudarán a saber si dentro de ti se está formando un nuevo ser humano.
Ten siempre en cuenta que cada mujer es diferente, y en función a ello tendrá sus propias manifestaciones corporales y físicas, pero sin embargo, hay síntomas que a primera vista nos hacen pensar que puedes estar embarazada, y en este artículo te voy a indicar los primeros indicios para que salgas totalmente de dudas. Dentro las posibles señales que puedes llegar a notar se encuentran:
Ausencia de la menstruación
Se presenta la amenorrea, que es la dificultad regular de menstruar, la cual además se considera una de las señales más populares a la hora de encender la alarma ante un posible embarazo. Así que si eres precisa y exacta con respecto a tu ciclo menstrual y regularmente tienes fecha puntual de inicio y culminación, debes considerar cuando tu periodo no se presenta en el tiempo establecido, ya que puedes estar embarazada.
Claro que también hay circunstancias en las que es normal que la mujer no tenga su periodo, como son las niñas y adolescentes, mujeres que están amamantando o aquellas que están entrando o atravesando su menopausia; no obstante, si no es tu caso, pueda que estés a punto de convertirte en madre.
Senos hinchados y adoloridos
Debido a los cambios hormonales que atraviesa tu cuerpo, es normal que los senos, los cuales son sensibles por naturaleza, se sientan aún más delicados, a tal nivel de que se hinchen. Por lo general esto ocurre en las primeras semanas de gestación y se va normalizando, en algunos casos, conforme vayan pasando los días.
También se debe considerar la apariencia externa de los senos, en el caso de las areolas es fácil distinguir que a las mujeres embarazadas se les tienden a oscurecer. Todos estos cambios se producen debido a que desde el primer mes de gestación, los senos se preparan para el proceso de lactancia materna, por lo que su tamaño es otro de los rasgos característicos que se revelan externamente.
Deseo constante de orinar
En función a que el fluido sanguíneo se eleva durante el estado de gestación, por lo cual los riñones producen mucho más líquido, el cual termina alojándose en la vejiga, es acostumbrado que una mujer embarazada sienta fuertes y prolongadas ganas continúas de orinar.
Frecuentemente este síntoma se hace más evidente en el principio y al final del embarazo, ya que el útero se ha elevado y ocupa mayormente la zona de la pelvis, independizando el funcionamiento rutinario de la vejiga.
Malestar digestivo y abdominal
A consecuencia de las alteraciones hormonales, se experimentan cambios drásticos en el organismo, de allí que la progesterona se eleva y afecta el progreso regular de los intestinos, desencadenando molestias gástricas. Inclusive, la presencia de gases, acidez e inflamación, no permiten que haya un desarrollo intestinal normal, lo cual termina causando un molesto y en hasta severo dolor.
Así que es normal que también se produzcan punzadas e inflamación en el abdomen, lo cual en reiteradas ocasiones es causado por el estreñimiento que es otro de los síntomas más frecuentes en el embarazo, debido a los variados cambios hormonales que se dan lugar.
Es bastante frecuente que muchas mujeres confundan este dolor abdominal al que se experimenta cuando va a llegar la menstruación, por lo que se aconseja consultar al medico para determinar con claridad la situación.
Náuseas y vómitos
Otro de los síntomas que fácilmente te indican si estás embarazada, son las típicas náuseas matutinas o a distintas horas del día, las cuales por lo general aparecen los primeros meses y a veces se alargan hasta el final de la gestación. Para controlar un poco este efecto, puedes balancear tu comida, consumiendo porciones pequeñas y cada cierto tiempo, de modo que no te llenes pero tampoco tengas el estomago vacío.
Agotamiento y cansancio
El embarazo es un estado físico lleno de cambios corporales y hormonales, dentro del cual la progesterona se eleva considerablemente y eso da como resultado la presencia de fatiga y cansancio, que genera el querer dormir continuamente.
Particularmente, aunque de día se posea bastante sueño, algunos estudios e investigaciones médicas han podido determinar que para las embarazadas conciliar el sueño es tan fácil como parece.
Rechazo a algunos alimentos
Al estar embarazada tu cuerpo no se espera mucho para notificártelo, de tal modo que en algunos casos es posible contemplar un cambio y sentido de gusto o desagrado hacia muchos olores y sabores que poseen ciertos platos o comidas en particular; tal rechazo en algunas circunstancias viene acompañado con el vomito, con tan solo tenerlos cerca.
Alteración en el estado de ánimo
Las hormonas y sus trasformaciones están a la orden del día cuando de embarazo se tata, por lo que se hace evidente que durante la gestación las lágrimas y emociones no se hacen esperar, así como el hecho de poder pasar del llanto a la risa en cuestión de minutos, lo cual es causado por la falta de equilibrio en los neurotransmisores.
Apetito descontrolado
Ésta señal es simple pero contundente y permite identificar sin mucha complicación a una mujer embarazada, considerando que se pueden dar casos en los cuales se quita el deseo de comer; hay otros en los que ocurre todo lo contrario y aumenta en un alto grado el apetito y las ganas de estar comiendo constantemente.
Mareos o vértigo
Efectivamente, la futura mamá tendrá cambios drásticos en la presión arterial, consecuencia de la disposición del flujo de la sangre hacia el útero y la placenta, respectivamente; esto producirá mareos y hasta desmayos, debido a que el cerebro no logra tener la adecuada cantidad de sangre por unos minutos.
Estos síntomas te permitirán saber si estás o no estás en proceso de gestación, pero tal como hemos visto, los presagios del embarazo son variados y muy individuales, así que para poder discernir con exactitud se recomienda realizar una prueba de laboratorio que proporcione el resultado verídico.
