David Sinclair, profesor de genética de la Universidad de Harvard, ha llevado a cabo una investigación que evidencia que la vejez tiene cura y más pronto de lo que pensamos podremos luchar contra ella. El sueño de mantenernos jóvenes para siempre por fin podría ser una realidad según el investigador.
Sinclair señaló en su libro Alarga tu esperanza de vida, que los países más ricos del mundo tienen una inversión casi nula en la investigación relacionada con el envejecimiento. Tampoco existe una agencia de financiación pública internacional que clasifique la vejez como una enfermedad, cuando realmente el 90% de las personas mueren por esta causa.
“La vejez es una enfermedad (...) Y no solo eso: es la madre de todas las enfermedades y todos la sufrimos”, señala en su libro. Para el experto, esto no debería ser así, y cree que alguien podría tomar la iniciativa de buscar una extensión de la juventud, en vez de esperar la llegada de una muerte “lenta y dolorosa”.
Para él, todo esto está relacionado con la creencia de que la vejez una parte inevitable de la vida, sin ser una patología evitable. Sin embargo, esta enfermedad es posible retrasarla si se desarrollan tecnologías y medicamentos que ayuden a prologar la salud y retrasar las enfermedades que provoca la vejez.
¿Qué pasaría si trataran la vejez como una enfermedad?
Pero para lograrlo, David Sinclair reitera que la vejez debe ser catalogada como enfermedad. En este sentido, los laboratorios especializados en el desarrollo de tratamientos, prevención y curas para el envejecimiento se convertirán en algo habitual.
Según el profesor de Harvard, el país que tome la delantera en nombrar la vejez como una enfermedad cambiará el curso de la historia que sigue el mundo, trayendo así beneficios a su población, lo que tendrá repercusiones en cierta medida.
Tal decisión crearía nuevos puestos de trabajo, y los científicos y las grandes empresas querrían mudarse a ese país. Además, dado que la industria es próspera, la inversión pública nacional recibirá un considerable retorno de la inversión. "Los dueños de las patentes, tanto universidades como las empresas, no sabrán qué hacer con tanto dinero”, señala el experto.
De hecho, explica que Australia está liderando la carrera para clasificar el envejecimiento como una enfermedad, siendo más fácil desarrollar un medicamento contra el envejecimiento que en Estados Unidos. Para que esto se lleve a cabo en el país de Joe Biden, debe tener evidencia de que pueden curar o mejorar la enfermedad.
Mientras tanto, en Australia “es posible que reciba aprobación para influir, inhibir o modificar un proceso fisiológico en las personas”. Sin embargo, Estados Unidos y Singapur también están considerando medidas para tratar la vejez como patológica, y hoy están avanzando en el proceso de cambios en las leyes y regulaciones correspondientes.
El profesor de genética, lanza al aire la pregunta sobre cómo sería la vida si los adultos tuvieran la misma vitalidad que los niños y que si la juventud no fuera tan efímera como lo es hasta día de hoy.
