viernes. 19.04.2024

Un sevillano compra un coche fúnebre para uso personal

El vehículo, un Dodge 3700 GT, ha sido empleado durante muchos años para portar ataúdes

En el libro gordo de las situaciones kafkianas siempre aparece un nuevo capítulo del todo impensable. Que la realidad a menudo supera a la ficción no es una afirmación baladí. A las pruebas se este hecho nos remitimos. Y es que un vecino del entorno de la calle Feria ha adquirido recientemente un coche de —como vulgarmente se dice, como habitualmente se le denomina— «muertos». En efecto, tal como suena. Un coche de muertos. Un coche fúnebre.

Más datos. Se trata de un vehículo Dodge 3700 GT fabricado en la década de los setenta del pasado siglo en nuestro país, de color gris y que ha sido empleado durante años para portar los ataúdes. Pone los vellos se punta.

Ni corto ni perezoso, su propietario lo ha comprado a un agente jubilado de la policía local de Caravaca de la Cruz (Murcia) y desde hace unos días circula por las calles de Sevilla. ¿Cómo se han quedado los ciudadanos al observar tal vehículo propiedad del vecino del lugar? Pues se han quedado tal que así: como muertos, de puro pasmados. Cariacontecidos. Absortos. Pálidos. Sientes.

«Hace un par de días lo vimos cuando salíamos de tomarnos unas copas por la Alameda. Nos quedamos muertos cuando nos topamos con este coche tan antiguo y tan grande. Pensamos en principio que estaba aquí para recoger a un muerto, pero luego nos dimos cuenta de que no podía ser, que era muy antiguo», comenta Manuel, una de las personas que se han topado con este coche tan… particular (en el doble sentido de la palabra).

En este caso se trata de un coche fabricado en 1977, con lo que ya lleva más de cuarenta años «prestando servicios», si bien desde hace tiempo dejó de hacerlo. ¡!El objetivo del nuevo propietario es convertirlo en vehículo histórico que, según la normativa vigente, está exento del pago de impuestos de matriculación. El coche, que monta un motor de 3.700 centímetros cúbicos, cuenta con solo dos plazas y con un «amplio maletero».

Matriculado en la provincia de Zaragoza, el coche ha prestado servicios durante muchos años en una funeraria de Teruel, en concreto en Pompas fúnebres Alcañiz, como puede observarse aún en una rotulación que permanece en el cristal trasero.

Un sevillano compra un coche fúnebre para uso personal