jueves. 25.04.2024

Admite que intercambió 5.000 bebés “sólo lo por diversión”

Sorprendente confesión de una enfermera al borde de la muerte

La inminencia de la muerte a veces propicia confesiones tardías. ¿Nunca es tarde si la dicha es buena? Pero… ¿y si no lo es? Juzgue el lector. Elizabeth Bwalya Mwewa ha confesado, postrada en una cama a punto de morir de un cáncer terminal, que intercambió aproximadamente 5.000 bebés “por diversión”. Así tal como suena: por el placer del puro divertimento. Por la diversión de un acto execrable.

La enfermera, que trabajó entre 1983 y 1995 en el Hospital Universitario de Lusaka, en Zambia, ha confesado en una entrevista concedida a ‘Zambia Observer’ los hechos. “Tengo un cáncer terminal y sé que pronto moriré. Deseo confesar mis pecados ante Dios y ante todas las personas afectadas, especialmente las que dieron a luz en la UTH durante mi servicio. He encontrado a Dios, ahora ha nacido de nuevo en mí. No tengo nada que ocultar”, ha dicho.

Esta mujer además ha añadido que “en los 12 años que trabajé en la sala de maternidad de la UTH, cambié cerca de 5000 bebés”. Para más inri la enfermera ha alertado a los posibles afectados que si nacieron en la UTH “entre los años 1983 y 1995, es probable que tus padres no sean tus padres biológicos. Había desarrollado un hábito de intercambiar bebés recién nacidos “solo por diversión”.

La enfermera pide perdón a Dios y a los zambianos por los intercambios, que tuvieron consecuencias: un buena cifra de las parejas afectadas por sus fechorías se divorciaron tras realizar las pruebas de ADN. Lo cual agravó mucho más las nefastas consecuencias de un hecho denunciable en sí mismo. La noticia ha conmocionado a propios y extraños. Se trata de una cifra altísima para un divertimento altamente vomitivo.

Admite que intercambió 5.000 bebés “sólo lo por diversión”