Una vez que se ha terminado la Feria de Abril sevillana, podemos hacer un resumen que sea una visión general del ciclo taurino que este año ha vuelto a sus fechas después de que, por la pandemia del coronavirus, sufriéramos la suspensión en 2020 y el traslado a fechas se septiembre en 2021.
Trece tardes y cinco “No hay billetes”
Recordemos que, aparte del correspondiente al Domingo de Resurrección (puerta de la temporada sevillana), este serial ha comprendido trece festejos, un festejo de rejones y doce corridas a pie. De éstas, una ha sido de seis (toros) para seis (toreros), otra ha sido de mano a mano (al no sustituirse al caído Emilio de Justo) y, finalmente otra ha sido de anuncio en solitario (por no usar el no muy elegante término de “encerrona”).
Cinco tardes se ha colgado el cartel de “No hay billetes”, el mismo número que el año pasado en la edición septembrina aunque en aquellas fechas nos movíamos con el aforo reducido. En otras tardes la asistencia ha sido considerable, todo lo cual nos indica las ganas de ver toros que la gente tenía.
Los toros
Empezando por las ganaderías, sólo el hierro de Juan Pedro Domecq ha repetido si tenemos en cuenta su actuación en el Domingo de Resurrección y la del día 3 de mayo compartiendo con el hierro hermano de Parladé. El hierro de Virgen María ha debutado en Sevilla con corrida en principio completa, luego completada con su segundo, el de Santa Ana (de origen Marqués de Domecq). La divisa de El Parralejo ha tenido su primera actuación aquí con toros de cuatro años.
Destacan el envío de Santiago Domecq, con tres toros ovacionados en el arrastre de Santiago Domecq, y el debutante de El Parralejo, con dos. Han sido desorejados (con las dos orejas cortadas) cinco toros: Ignorado de San Pelayo; Jaceno de Victoriano del Río; Ofiverde de Domingo Hernández, Ballestero de Garcigrande y Comilón de Núñez del Cuvillo. Destacaron también por su juego Forajido de Victoriano del Río y Pobrecito de Victorino Martín.
Los toreros
En referencia a los toreros, Morante de la Puebla se ha anunciado tres tardes (sin contar la del Domingo de Resurrección). Por su parte, El Juli, Miguel Ángel Perera, Diego Urdiales, José María Manzanares, Daniel Luque, Juan Ortega, Roca Rey y Pablo Aguado han actuado en dos tardes. Además, ha habido una alternativa, la de Manuel Perera.
En cuanto a los resultados artísticos, destacan las salidas por la Puerta del Príncipe de Daniel Luque, Guillermo Hermoso de Mendoza (en segundo año consecutivo), Tomás Rufo (el día de su presentación, lo que es un hito sólo comparable con lo que hizo Guillermo Hermoso de Mendoza el año pasado) y El Juli, cada uno con tres orejas cortadas en las respectivas tardes; a Roca Rey se le escamoteó una que fue pedida por el público.
Además, El Juli ha cortado en total cuatro orejas; Morante de la Puebla, tres; Roca Rey, dos; Miguel Ángel Perera, una; Antonio Ferrera, una; Pablo Hermoso de Mendoza; Lea Vicens; Álvaro Lorenzo, una; Ginés Marín, una; José María Manzanares, una y Manuel Escribano, una. Ha sido una feria orejera, con placer de unos aficionados y con ánimo de censura por parte de otros.
En el capítulo de cogidas sólo lamentamos la de Daniel Luque el 28 de abril con un varetazo en el costado derecho y un fuerte golpe en zona del pecho, de pronóstico leve, y la de Miguel Ángel Perera en la tarde los victorinos, que resultó en cornada con dos trayectorias en región dorso-lumbar e ingreso hospitalario.
Aparte de la estadística de los trofeos cortados, en apreciación artística han destacado en el toreo de capote Morante, Juan Ortega, Tomás Rufo y Diego Urdiales. Como faenas completas destacan las de Morante a Ballestero, de Roca Rey a Comilón, de Rufo a Jaceno y de El Juli a Etrusco. Estocadas ha habido varias buenas pero podemos destacar la de Tomás Rufo al primero de su tarde, Entrenador.
Cuadrillas
En el ámbito de las cuadrillas, se han desmonterado tras parear Curro Javier y Javier Ambel el 28 de abril; Daniel Duarte y Mambrú el 29 de abril; José Chacón, Fernando Sánchez y Curro Javier el 30 de abril; Sergio Blasco el 2 de mayo; El Algabeño y Antonio Chacón el 6 de mayo; Javier Perea el 7 de mayo; José Chacón y Fernando Sánchez (éste dos veces) el 8 de mayo.
Detalles
En el apartado de los detalles, podemos señalar tres. Uno es la ausencia, por primera vez en Sevilla, de fotógrafos en el ruedo al momento de iniciarse el paseíllo y después de haber hecho los alguacilillos el despejo; el espectáculo gana en limpidez y Sevilla se parece así a plazas serias como Las Ventas o campo Pequenho.
Presidentes
Otro es el comportamiento errático de los distintos presidentes, que no manifiestan criterios comunes, ni siquiera criterio fijo en la actuación personal de algunos. El presidente que negó a Roca Rey, en su segunda actuación, una oreja pedida mayoritariamente para impedirle la puerta grande había sido más laxo en tardes anteriores.
En cuanto al presidente José Luque, su forma de sacar el pañuelo con Antonio Ferrera, primero tardando en mostrarlo y luego sacándolo y escondiéndolo en un plisplás, provocó que el público no tuviera tiempo de dedicarle una ovación en el arrastre al toro Pobrecito, o incluso pedir la vuelta para él, y sobre todo que se confundiera todo el mundo incluido sus alguacilillos sin saber si había concedido o no algo, con la irregularidad consecuente de que un subalterno cortara y entregara el apéndice al matador. Algún aficionado de prestigio ha hablado de “la desnortada presidencia en el tambaleante palco de La Maestranza”.
Finalmente, en el apartado musical citaremos que el Himno Nacional sonó antes del paseíllo la primera tarde, pero las tardes restantes la banda se tomó el protagonismo, que ya le es habitual, y tocaba y tocaba a todas horas, incluidos los momentos de lidia suspendida, a veces provocando que el público se metiera en alguna faena que por sí mismo no atraía al personal. La música, así, deja de ser un recurso artístico más y se convierte en truco al servicio de los favoritismos de unos o de otros. En la feria de San Miguel nos veremos.
