El 12 de junio, en la plaza de toros de Cazorla (Jaén) se ha celebrado el tercer festejo clasificatorio del Circuito de Novilladas de Andalucía, auspiciado por la Fundación del Toro de Lidia y patrocinado por la Junta de Andalucía. El aforo estaba reducido por el coronavirus y era obligatorio el uso de mascarilla, estando prohibido fumar en el recinto.
Se han lidiado novillos de Martín Lorca (2º y 3º), Escribano Martín (1º) El Cotillo (4º y 5º) y Hnos Collado Ruiz (6º), flojos y de juego variado.
Miguel Polope, pinchazo y estocada entera; oreja. Pinchazo y estocada muy trasera y caída; silencio tras aviso.
Manuel Perera, dos pinchazos y entera con descabello; saludos. Entera volcándose; dos orejas.
Christian Parejo, tres pinchazos y descabello; ovación tras aviso. Estocada entera; dos orejas.
Incidencias: no hubo salida a hombros por el coronavirus.
Miguel Polope a su primero (de Escribano Martín) lo toreó muy firme y muy despacio; con la muleta, a media altura, puso valor ante una embestida muy brusca y consiguió algunos buenos momentos. En su segundo (de El Cotillo), igualmente de embestida brusca, tampoco pudo realizar su toreo en faena que fue de largo metraje con altibajos.
Manuel Perera fue obligado a saludar al terminar el paseíllo ya que era su reaparición tras la grave cornada sufrida en Vistalegre hace un mes; recibió brindis de sus dos compañeros de cartel. A su primero (de Martín Lorca) volvió por sus fueros y regresó con más fuerza que nunca; lo fue a esperar a la puerta de chiqueros para darle larga cambiada de rodillas; empezó de rodillas con la muleta y puso mucha disposición y entrega en una faena notable y valiente pero el novillo se rajó pronto.
En su segundo (de El Cotillo), bueno, consiguió meter al público en la faena, vibrante, entregada e importante, desde el inicio de la muleta y toreó con ligazón las primeras tandas pero el astado fue apagándose.
Christian Parejo debutaba con picadores, apenas recuperado de una rotura de peroné sufrida en Méjico. En su primero (de Martín Lorca) trazó una faena con ganas, de gusto y de valor, pasándoselo muy cerca.
En su segundo (de Hnos Collado Ruiz), noble, pudo resarcirse y rematar aunque el vendaval, molesto toda la tarde, ya era insoportable; empezó con lances de recibo a la verónica a pies juntos y media de remate; con la franela, entregado, pudo ligar tandas con buen ritmo y exprimir al novillo. El de Chiclana dejó un gran sabor en su debut.
