jueves. 28.03.2024
6 Los tres rejoneadores a hombros
Los tres rejoneadores a hombros

Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 5 de marzo de 2022. Festejo de rejones organizado por la empresa de Carmelo García con motivo de la Capitalidad Española de la Gastronomía 2022. Tarde agradable meteorológicamente. Tres cuartos de entrada. Ameniza la Banda de Música “Julián Cerdán”, dirigida por Justo Jiménez.

Se corren seis toros de la ganadería de Pallarés (que pasta en Marchena, Sevilla), de entre 477 y 509, 490 kilos, en general bien presentados pero mostrando al final falta de raza. En el arrastre, el tercero y el quinto son aplaudidos.

Sergio Galán: rejón arriba; una oreja. Rejón trasero y contrario; dos orejas.

Diego Ventura: rejón en su sitio; dos orejas. Rejón en lo alto; dos orejas y rabo.

Leonardo: rejón de eficacia inmediata; dos orejas. Rejón fulminante; dos orejas.

Incidencias: los caballeros hicieron el paseíllo a lomos de Capricho, Nómada y Calimocho. Al acabar el paseíllo se interpreta el himno Nacional, muy aplaudido. El ganadero salió a saludar tras la muerte del quinto toro. Las mulillas y los mulilleros, sin presentación, dieron la nota desfavorable. Los tres rejoneadores salen a hombros.


Parece que ya va pasando la pesadilla de la pandemia y que la normalidad puede volver a las plazas de toros. La normalidad se refleja en la supresión de las limitaciones al aforo. Con esa novedad Sanlúcar, ciudad donde se come y se tapea como en ningún sitio, ha estado presta para celebrar con toros el nombramiento de Capital Española de la Gastronomía 2022. Bueno, será capital en 2022 y en los años siguientes, como lo lleva siendo desde hace tiempo. También es capital taurina. Para vivir bien hay que venir al Sur. La Plaza del Pino luce como en los buenos tiempos y los espectadores no están a tres metros uno de otro. Vayamos con los rejones.

Sergio Galán

Sergio Galán, en su primero, bien presentado y bravo, usa de salida a Alcotán, de capa perla, sobre el que tiene que emplearse en encelarlo al pallarés y pone un rejón de castigo, seguido de nuevos movimientos de encele en círculos cerrados. Luego saca al tordo Embroque, caballo de tres sangres, para poner tres farpas arrancando desde tablas hasta el centro y provocando al público tras cada envite.

Sergio Galán
Sergio Galán

Con Ojeda, luso-árabe, practica quiebros arriesgados que levantan al público y luego en corto deja banderilla en lo alto, a la que sigue otra citando de lejos y se completa con toreo de ancas. Óleo, también perla, sale para el último tercio y sobre él Sergio pone tres banderillas cortas consecutivas; tras el rejón de muerte se dispone a descabellar pero al final no hace falta.

En su segundo, que sale con patas, utiliza a Noche, tordo rodado, como segundo caballo de salida para dejar el rejón en buen sitio. Saca a Capricho, castaño, para dejar la farpa muy trasera y el toro se va quedando parado, por lo que en las farpas segunda y tercera tiene que citar en corto antes de quebrar.

Luego sale Bambino, caballo que hace el balancín, cuando el toro ya se limita a esperar y exige abordarlo en círculos cerrados; deja una farpa, arriba y enhiesta, y otra. Con Óleo, especializado en el tercer tercio, coloca banderillas cortas en rueda sobre un marmolillo que busca echarse antes del rejón y si no lo consigue es por los auxiliares. La segunda oreja concedida se nos antoja infundada.

Diego Ventura

Diego Ventura, en su primero, utiliza de salida al alazán Guadalquivir, luso-árabe, y sobre él realiza un inicio sorprendente que consiste en una especie de porta gayola pero a una cierta distancia y arrancando al encuentro en cuanto el toro sale del toril para dejarle el rejonazo con quiebro en plena violencia de carrera frontal, provocando aplausos enormes mientras se queda jugando en círculos cada vez más cerrados.

Diego Ventura
Diego Ventura

De segundas, saca al tordo Velázquez, un luso-árabe que debutó el año pasado, para poner farpas al quiebro saliendo con piruetas. Sobre Lío forma un lío por los quiebros y entre farpa y farpa escucha un fandango a cargo de una joven del tendido. El tordo Guadiana sale para las tres cortas y para adornarse con la rodilla en tierra, antes del rejón final. La segunda oreja tienen que ir a buscarla al desolladero, cosas de este presidente, que saca el segundo pañuelo con las mulillas ya idas.

su segundo, que exige ser encelado, lo recibe sobre Guadalquivir, que ha vuelto a ser caballo de salida titular, y deja fácilmente el rejón en lo alto, bien puesto. Con Nazarí llega el alboroto; este caballo sigue en plena forma y con él templa a dos pistas de manera sublime para luego citar de lejos y acudir al toro con sucesivas levantadas, que enardecen al público. Después saca a Fabuloso, castaño, para citar de frente y, tras clavar, lucirse con una pirueta en la cara del toro.

Diego Ventura
Diego Ventura

Es la hora de Bronce, bayo que se adorna con ejercicios de rodilla y a continuación es liberado de la cabezada; el caballo muestra una gran docilidad a las piernas y una valentía para ir a la cara del toro, de manera que así pone banderillas a una mano y a dos manos entre el aplauso del público que premia una actuación espectacular.

Con Güero, albino, pone Diego dos cortas y el toro se va a tablas y decide echarse; ante la resistencia a levantarse, el rejoneador arranca de lejos y con el hocico del caballo logra levantarlo para, a continuación, aplicar el rejón de muerte. Nuevamente apreciamos exceso del presidente, ahora en el rabo, pero lo que no es comprensible es el aplauso en el arrastre.

Leonardo

Leonardo, en su primero, de salida vibrante, monta el albino Giraldillo y el rejón queda un tanto trasero, lo torea con la bandera y mientras lo cita de grupa se produce un encontronazo entre el toro y el caballo.

Leonardo
Leonardo

Con Enamorado, castaño, empieza el tercio de banderillas, para lo que cita de lejos y pone los palos traseros dirigiéndose aparatosamente al público. Sobre Sol, también albino y de cara muy expresiva, deja una farpa algo caída y un par a dos manos, de frente, con mejor colocación. Para el último tercio saca a Xarope, tordo picazo, y sobre él ejecuta tres cortas consecutivas al violín acompañadas de exhibición con la mano en el testuz.

En su segundo, que sale con patas, Leonardo monta primero al tordo Elmo y da varios pases en falsos antes de clavar. El segundo caballo es Calimocho, nieto de Cagancho, que, en dos palos, quiebra pronunciadamente y luego torea con la grupa y con la cola.

Leonardo
Leonardo

Sobre Eco, castaño, cita de lejos y tras clavar ejecuta dos piruetas en la cara; así en los dos palos. Para el último tercio sale otra vez Xarope y el carrusel de cortas se ejecuta sobre un toro parado, que aprovecha que el rejoneador se dirige al público para echarse. Lo levantan y hay que poner un rejón rápido.

Coda

Once orejas y un rabo son muchos trofeos en términos absolutos; también en términos relativos, se quiere decir para lo que se ha visto, en particular la pasividad de los toros en la fase final de cada faena. El público anda bullanguero y con ganas de toros después del coronavirus; de toros y de trofeos.

Galán, Ventura y Leonardo: once orejas y un rabo en toreo de rejones