sábado. 20.04.2024
Marcos Linares
Marcos Linares

El 12 de junio se ha celebrado en la plaza de toros de Villaseca de la Sagra (Toledo) la primera novillada sin picadores del certamen Alfarero de Plata 2021. Con dos tercios de entrada del aforo permitido, se han lidiado seis novillos erales de María Sagrario Huertas y de Víctor Huertas (todos de encaste santacolomeño), por seis novilleros. 

Raúl Puebla, novillero toledano, pechó en suerte con “Rosalero”, animal muy parado, con poca transmisión y sin prestarse. No estuvo hábil con el acero pues entró a matar en cinco ocasiones, aunque el astado fue aplaudido en el arrastre, sorprendentemente. Quedó en silencio.

Alejandro Duarte, de Los Barrios (Cádiz) y alumno de la escuela taurina “Campo de Gibraltar” que dirige Francisco Ruiz Miguel, recibió a “Clavijito”, bravo, con variedad capotera y gustó tanto a la verónica como en el quite por chicuelinas. Muy dispuesto siempre, planteó bien su faena ante un animal codicioso y humillador; se lució por ambas manos y lució al novillo. Con la espada puso pinchazo y estocada. Recibió una ovación.

Diego Vázquez, de Camas (Sevilla), saludó a “Saltarín”, prácticamente un utrero, que tuvo calidad. David Adalid saludó tras un espectacular par de banderillas. El camero anduvo voluntarioso y soportó que hasta en tres ocasiones lo volteara el animal, de lo que se reponía con ahínco, volviendo a la cara. No acertó con el acero y el novillo fue aplaudido en el arrastre. Tuvo silencio.

Daniel Pérez, toledano, ante “Clarinero”, bravo, puso voluntad en todos los tercios. Con la capa anduvo brioso; con espectacularidad en banderillas y con ganas en la muleta. El trabajo no cuajó en premio por el mal uso de la espada. El animal fue aplaudido en el arrastre. Pérez quedó en silencio.

Moli de Ronda toreó al quinto, “Venezolano”, bravo que mostró virtudes y quiso tomar las telas con ahínco. Destacó Marcos Linares en el quite. El rondeño expuso pero su labor no pasó del silencio. 

Marcos Linares, natural de la localidad de su nombre y alumno de la escuela taurina de Úbeda, cerró el festejo con “Isleño”, animal de mucha presencia. Mostró sus virtudes desde que se abrió de capa. El juego del animal acompañó la lidia, pero la gran actitud del novillero llenó la plaza, especialmente al natural, a pies juntos y llevando largo y embebido el viaje. Llegó con fuerza al tendido y fue una explosión de toreo y de ilusión para los aficionados presentes. La estocada fue la razón definitiva para ganar las dos orejas.

Marcos Linares puso la ilusión del toreo en el Alfarero de Plata