viernes. 19.04.2024
Manuel Perera
Manuel Perera

Plaza de toros de El Puerto de Santa María (Cádiz), 5 de agosto de 2021. Novillada organizada por la empresa Circuitos Taurinos, correspondiente al primer festejo de abono en la temporada de verano 2021. Cielo soleado con levante. Algo menos de la mitad del aforo permitido. Preside Rafael Carrero. Ameniza la Banda “Maestro Dueñas”, dirigida por Javier Alonso.

Se lidian un novillo de Fermín Bohórquez (hierro que pasta en Jerez, Cádiz) para rejones, con 450 kilos, y seis novillos de El Freixo (hierro que pasta en Olivenza, Badajoz) para lidia a pie, con pesos entre 385 y 435 kilos, de buena presencia y buen juego en general. En el arrastre, el primero y el tercero de lidia a pie son ovacionados; el segundo y el quinto tienen palmas.

  • El rejoneador Sebastián Fernández, rejón algo contrario y tres golpes de descabello; ovación saludada.
  • Tomás Rufo, tres pinchazos y entera arriba; ovación saludada. Honda desprendida de efecto rápido; una oreja.
  • Manuel Perera, entera desprendida de efecto fulminante; una oreja. Entera arriba un pelín trasera; dos orejas.
  • Juan de María, estocada en su sitio; una oreja. Honda atravesada y pinchazo, con nueve golpes de descabellos y tres avisos; silencio.

Incidencias: el público, con control de temperatura al entrar, toma hidrogel y guarda al sentarse la distancia de seguridad. El himno de Andalucía suena para acompañar el despeje de los alguacilillos; después se guarda un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus antes de iniciarse el paseíllo y al acabar éste se interpreta el Himno Nacional. Los tres novilleros se presentan desmonterados. Entre los subalternos, Antonio Chacón y Fernando Sánchez (de Tomás Rufo); Mambrú (de Manuel Perera) y Juan Contreras (de Juan de María) saludan tras parear, respectivamente, al primero al quinto y al sexto. Manuel Perera es paseado a hombros y así sale por la puerta de cuadrillas. La novillada es transmitida por las cámaras de Canal Toros.



El cartel inicial de la mini temporada veraniega de El Puerto trae la novedad de que el novillero local Juan de María debuta con caballos y muchos esperan a ver cómo se despeja la incógnita. Por otra parte, otro nombre cuasi local, el de Luis Zambrano, se cae del cartel a última hora por un agravamiento de la lesión producida hace poco en un entrenamiento. Va de sustos y el presidente don Rafael Comino sufre una indisposición que le obliga a ser sustituido por don Rafael Carrero.

El asunto de las músicas debe ser que viene en un manual escrito en arameo. Con lo fácil que es aprender que el Himno Nacional es la primera música que debe sonar al comenzar un acto público y aquí nos liamos con pasodobles, minutos de silencios y hasta lo nunca visto, el himno andaluz como acompañamiento para los alguacilillos mientras cabalgan. Esto es literalmente un popurrí de poca gracia.

Sebastián Fernández

Sebastián Fernández, de chaquetilla campera azul, en su único novillo, con buena morfología, saca, para parar, a Sorpresa y se ejercita con la garrocha en el ruedo entre aplausos del público antes de recibir a porta gayola; aunque el bicho, tras unas carreras, se va a tablas acude luego con galope persistente y el único rejón aplicado es suficiente. Sobre Luna de Miel, que es caballo muy nuevo pues debutó hace sólo dos meses y da algún problema de doma, coloca dos farpas y juega con quiebros aprovechando el corazón que muestra el equino.

Saca a Nado para dejar dos banderillas, una en corto y templando luego, entre aplausos, y otra citando a distancia para cuartear. Happy es el protagonista del tercer tercio y sobre él pone cuatro banderillas cortas seguidas antes de hacer alardes de contorsionismo más propio de otra cosa que de monta campera, llegando hasta el “cabeza contra cabeza”. Saca, para saludar, a Judío, al que también usó en el paseíllo.

Sebastián FernándezSebastián Fernández

Tomás Rufo

Tomás Rufo, de azul marino y oro, a su primero, castaño corretón, le aplica un grandísimo y largo saludo de capote, avanzando, girando la cintura, meciendo suavemente, templando al novillo y terminando con media antigua. Lo deja con revolera garbosa en el caballo, donde es mal picado; lo quita por chicuelinas de mano baja y larga natural inversa, para acudir de segunda empujando en el pecho del equino hasta derribar; hay un segundo quite, de Perera, por tafalleras y revolera, replicado por Rufo, de nuevo, que deja unas verónicas bonitas y media; ¡viva el tercio de quites!.

Es  una alegría ver por aquí a ese banderillero grande llamado Fernando Sánchez, que no se sabe por qué va de tercero. Tras brindis al público y estatuarios en la boca de riego seguidos de naturales muy bajos, el toreo se despliega en redondo con mano baja y tandas largas ante un animal que humilla y va bien, facilitando lo artístico hasta en los pases de pecho; por el pitón izquierdo sigue yendo dócil pero ya vamos de uno en uno y pronto recurrimos a las cercanías, con desplante de rodillas, para cambiar a naturales con la derecha, en el tercio, continuados con luquinas en tablas y otro desplante de rodillas. Es una verdadera lástima que esta faena tan artística se desbarate por el poco acierto con el acero.

Tomás RufoTomás Rufo

En su segundo, cuajado que sale abanto y escarba, el saludo se reduce a un aliño por la cara con un recorte por bajo. El caballo espera entre las dos rayas y el de arriba da a base de bien; el quite va por chicuelinas y media pero después de sonar el clarín de cambio el picador en os medios (¡en los medios!) pone otra puya. Las banderillas brillan en manos de Sergio Blasco.

La muleta empieza por doblones hasta los medios con buen pase de pecho; sigue el toreo de ligazón y mano baja; con la izquierda, compone la figura pero el novillo empieza a aburrirse, saliendo a media altura, defendiéndose y quedando distraído, lo que no cambia por mucho que se cruce; a diestra de nuevo, salen los consabidos circulares y cierra con serie de manoletinas citando de frente, molinete y desprecio. El nivel general de esta actuación del talaverano no llega al nivel de la primera faena.

Tomás RufoTomás Rufo

Manuel Perera

Manuel Perera, de sangre de toro y oro, a su primero, colorado bien hecho que sale enterándose, lo recibe en tablas de rodillas para tanda completa, seguida de verónicas en el tercio y de chicuelinas en los medios desairadas con un desarme. Entra al caballo de relance y el picador ejerce su trabajo cómodamente. Valdeoro es aplaudido por su labor rehileteril sin llegar a desmonterarse.

Brinda al público y arranca con doblones de tablas a medios, para continuar con tandas en redondo a compás abierto, animándose con la voz; con la izquierda el bicho cabecea y se frena pero él pone de su parte y se desplanta; insiste y el colorado se va quedando; va a cercanías y acompaña con la voz la trayectoria del animal; de nuevo a diestra, da algunos pases y se mete con los circulares rematados en desplante mirando al tendido; la preparación se hace con tanda encimista en tablas y martinete (¿a qué me suena esto?). Seis segundos pasan entre que la espada entra y el animal dobla muerto.

Manuel PereraManuel Perera

En su segundo, colorado cornidelantero, saluda con lances a pies juntos, verónicas avanzando, media y revolera. La llevanza al caballo se ejecuta con chicuelinas al paso, aplaudidas; el animal mete la cara pero la puya se pone recargando durante todo el  tiempo que quiere el de arriba (y no nos referimos a Dios); el quite se inicia por delantales y continúa por tafalleras.

En banderillas, lo mismo que lidiando, Mambrú demuestra una vez más que es un subalterno de lo mejorcito. Tras brindar a las cámaras, inicia faena en los medios con una tanda completa de rodillas que le sale en redondo; las siguientes son también aplaudidas aunque llega a sufrir un desarme; por el pitón izquierdo se cruza aparatosamente y torea bajando mucho la mano; por el derecho sigue la entrega con un cambiado por la espalda e insiste en animarse con la voz, respondida con aplausos; de rodillas saca una nueva tanda completa mientras suena un fandango en el tendido para terminar dándole con la barriga en el hocico (sin levantarse de rodillas) y provocando el entusiasmo.

Juan de María

Juan de María, de azul pavo y oro con ribetes blancos, en su primero, recibe con un saludo dubitativo que se va recomponiendo mientras avanza a los medios. El puyazo que se pone es a modo y le gritan “ya vale”, seguido de quite por chicuelinas, media y revolera.

Tras largo brindis a las cámaras, la faena se inicia con doblones en tablas antes de hacer en los medios una tanda de despegue y antes de iniciar la siguiente es desarmado; con la izquierda hay dos tandas breves pero buenas; a diestra vemos otra tanda correcta, con el animal humillando y por la izquierda salen los pases de uno en uno aunque con continuidad; otra tanda, a diestra, sale con naturalidad; la final va por ayudados, doblándose, gustosos. Ha ido de menos a más.

Juan de MaríaJuan de María

A su segundo, colorado, corniapretado y abanto, saluda avanzando pero mostrando dudas. En el caballo el novillos se duerme pero la puya es dura y tras el clarín de cambio lo lleva otra vez al caballo aunque es puesto en apuros y le tira el capote.

Con brindis al empresario, empieza por bajo y avanza a los medios para seguir con tanda en redondo; en redondo sigue con la izquierda y el animal va bien aunque pronto empieza a salir con la cara alta; el novillo tiene movilidad y el novillero, también; con la derecha el animal va y viene y los pases salen solos; finalmente vemos, por el pitón izquierdo una tanda con asiento y desplante de rodillas, mientras suena otro fandango (muchos fandangos van siendo). No hay suerte en el mate y el chaval se abate. Ánimo. Al retirarse del novillo suenan los aplausos pero luego el silencio cae a plomo. Repetimos: ánimo.

Es tarde y la gente no ha cenado todavía, camino de las doce de la noche. El festejo no ha sido malo, por variado. Ha habido de todo un poco, y eso está bien. El novillero local seguirá todavía como una incógnita. El novillero de Talavera está para la alternativa, que debería haber tomado ya, y el poderdante de Juan José Padilla sigue con sus conexiones con los públicos y sus salidas a hombros qunque no sean por la puerta grande.

Toros Cádiz: En la novillada de El Puerto, Manuel Perera sale a hombros