jueves. 25.04.2024

¿Nuevo reglamento taurino? No, gracias

Comentamos las propuestas de la Unión de Aficionados y Abonados

Hoy vamos a comentar monográficamente un documento que hemos recibido esta semana y cuyo contenido compartimos casi en su totalidad. Emitido en la provincia de Sevilla, su mensaje es perfectamente aplicable en toda la provincia de Cádiz, área a donde se destina, principal pero no exclusivamente, la tirada del Grupo Mira Comunicación. La Unión de Aficionados y Abonados de Sevilla ha presentado al Consejo de Asuntos Taurinos de Andalucía unas alegaciones o propuestas ante la idea de elaborar un nuevo reglamento taurino autonómico.

Juan José Padilla - Plaza de Toros de Jerez | Froilán Solís, para MIRA Jerez

En primer lugar se plantea si realmente existe un clima de opinión y demanda entre abonados y aficionados para efectuar las pretendidas reformas. Más bien parece que las modificaciones al actual reglamento son iniciativas de sectores políticos y animalistas para adaptar la tauromaquia a los tiempos actuales o hacerse eco de ciertas sensibilidades para aminorar o cambiar cuestiones que afectan al sufrimiento animal; si es así no estamos de acuerdo. Los sectores políticos y animalistas no deben influir en la regulación de la Fiesta; los primeros, porque en su gran mayoría no son aficionados ni entienden en profundidad de la actual problemática y los segundos, porque pretenden conseguir primero las corridas sin muerte del toro y después sencillamente suprimir las corridas de toros. El poder político en la actualidad es Don Tancredo, hace patente un gran inmovilismo, y cuando puede se apunta al carro triunfalista de una Fiesta descafeinada. Por eso creemos los aficionados que con esta pretensión de reformar se está remando en dirección equivocada. Quien realmente tiene que abanderar reformas para mejorar el espectáculo, nunca para modificar elementos esenciales del mismo, son los aficionados y los taurinos protagonistas de la Fiesta.

En segundo lugar, partiendo de que el actual reglamento apenas se cumple, se pregunta cómo se pretende reformar lo que no se lleva a efecto. Señalan dos problemas graves y concretos: los aficionados desertan de las plazas y no por casualidad desaparecen encastes y ganaderías enteras. Los taurinos y los políticos se excusan con la crisis económica pero no preguntan al aficionado. La causa real es que falla el principal protagonista, que es el toro, y por eso la mayoría de los espectáculos son tediosos y carentes de emoción, de sensación de riesgo; el toro que hoy imponen los taurinos no ofrece espectáculo. La autoridad, por su parte, permite lidiar animales inservibles y, para colmo, el fraude por manipulación del toro campa a sus anchas. Animales que en tiempos pasados nadie osaba lidiar en Sevilla ahora los tenemos con normalidad mientras la Administración sigue alabando el “rigor” presidencial del palco de la Maestranza. Ni veterinarios ni presidentes ni autoridades mueven un dedo para erradicar el fraude, cuando el reglamento, en este capítulo, es muy explícito.

En estas cuestiones no hace falta reformar, sino aplicar la normativa actual, la cual tipifica perfectamente las infracciones; si se corrigieran a buen seguro el espectáculo cambiaría. Lo expuesto no es el único incumplimiento. Hay otras infracciones al reglamento que los aficionados exigen que se corrijan; mientras no esto no ocurra no procede reformar nada.

Está, por ejemplo, el tema de la adecuación de las plazas de toros a las normas de seguridad en espectáculos, que pasa demasiado desapercibido para la autoridad responsable; por ejemplo, en Sevilla los tendidos de sol son ilegales al no cumplir el Reglamento de Policía y Espectáculos Públicos en cuanto al número de escaleras de acceso y evacuación; mientras el Defensor del Pueblo andaluz dio en esto la razón a una demanda de la Unión de Aficionados, la Delegación del Gobierno en Sevilla hace oídos sordos. Otro asunto es el de la reventa, actividad ilegal para cuya erradicación la Junta de Andalucía hace nulos esfuerzos, mientras castiga al aficionado que intenta vender una entrada a su precio cuando el titular no puede asistir al festejo.

En cuanto a la formación de los presidentes, que en su mayoría son “aficionados de desconocido prestigio”, la Unión propone un programa que empiece por la presidencia en plazas de pueblos e incluya la evaluación por aficionados, nunca por la autoridad administrativa; el presidente que supere la prueba podría ocupar palco en plazas de superior categoría.

En esta propuesta no vemos clara la forma de aplicarla pero sí reconocemos que algunos presidentes de plazas señeras sacan el pañuelo verde para indicar el indulto a un toro. Ligado a esa formación está el comportamiento de muchos presidentes en los reconocimientos, donde pasan toros sin trapío; algo tan sencillo como que el toro debe ser armónico y rematado acorde con su encaste es difícil para muchos presidentes. Los Aficionados quieren evaluar, por ese aspecto, a presidentes y veterinarios de una temporada a otra.

¿Y la suerte de varas? El reglamento es muy explícito en su regulación, pero ésta no se cumple ni en cuanto a colocación de los lidiadores ni en cuanto a colocación del toro y el caballo, ni en otros aspectos. Las propuestas de sanción son mínimas, siendo perjudicados el aficionado y la Fiesta. Por terminar de alguna manera, siendo el problema interminable, hablan de los indultos; la mayoría de los que se dan son ilegales. Únicamente se valora al toro en la muleta y la suerte de varas se da prácticamente por perdida. Si el toro va al caballo una queda justificado; esto es una manipulación más, porque el toro a indultar debe ofrecer pelea y casta en la suerte de varas, no dejarse pegar sin más. Además, se ignora si algún presidente ha sido apartado de su cargo por indultar toros sin cumplir el reglamento.

Por ello, los Aficionados no comprenden los esfuerzos políticos en reformar el actual reglamento mientras el actual no se cumple en aspectos tan esenciales. Piden sólo dos cosas. Una es hacer cumplir el actual reglamento autonómico y otras es concentrar esfuerzos en volver a un único Reglamento nacional, porque la Fiesta es nacional, no regional, y el actual despropósito de reglamentos autonómicos debe terminar.

¿Nuevo reglamento taurino? No, gracias