La proliferación de viviendas turísticas es un asunto que cada vez preocupa a un mayor número de localidades. Desde hace algún tiempo, algunos Ayuntamientos vienen actuando para poner freno en cierta medida a este auge. En el caso de Jerez de la Frontera, la alcaldesa, María José García-Pelayo, ha señalado que "hay que actuar con responsabilidad", en el sentido que no se pretende lanzar un mensaje turismofóbico porque "no es bueno para nadie".
La industria turística aporta al PIB de España uno de los porcentajes más altos y solo un 10% de los municipios de nuestro país tienen problemas de sobredimensión en lo referente a la recepción de turistas: "En algunos lugares puede producirse un colapso en la prestación de servicios públicos, pero en el 90% de los municipios no ocurre", afirmaba.
García-Pelayo añadía que a día de hoy en Jerez "los jerezanos pueden convivir con el número de turistas que llegan a nuestra ciudad. No hay una sobredimensión, queremos conciliar y equilibrar para que no se nos vaya de las manos. Jerez está por debajo de la densidad en cuanto al número de viviendas turísticas de otras ciudades del entorno o incluso Andalucía".
Licencias de uso residencial
Por otro lado, la regidora apuntaba que el Gobierno está concediendo un mayor número de licencias para uso residencial que para uso turístico, mientras que los nuevos hoteles que se están construyendo "no tienen una dimensión, en cuanto a número de habitaciones, excesiva. Son hoteles, más bien, con encanto".
Pese a ello, la alcaldesa confirmaba que se mantendrán alerta en este asunto, aunque son las comunidades autónomas las que determinan el marco de regulación y a través de ordenanzas o el PGOU se puedan adoptar diferentes medidas a nivel local: "Contaremos con la opinión de la industria, de los vecinos, el Consejo Local de la Ciudad y los grupos políticos. Jerez está a tiempo de tomar las decisiones acertadas y no lanzar un mensaje turismofóbico. Jerez es una ciudad que quiere al turista".
