El Sevilla FC cayó derrotado ante el Deportivo Alavés (2-1) en Mendizorroza tras un partido marcado por la lesión de Isaac Romero, la fragilidad defensiva y la gran actuación de Carlos Vicente. Los rojiblancos han perdido la rutina del ganar como obligación y frente a los donostiarras volvieron a mostrar su cara B en un pobre partido en líneas generales. Tras las buenas sensaciones en la victoria ante el Getafe, los de García Pimienta se desinflan lejos del Pizjuán. Incapaces de generar juego ofensivo pese a ganar en la posesión y con una preocupante falta de contundencia defensiva, que se hizo más presente que nunca en gol de Carlos Vicente con el fallo de Nyland y la falta de concentración de la defensa.
Tras estar totalmente desaparecido en el primer tiempo, el Sevilla tuvo conatos de mejoría tras la reanudación pero tan solo fue un espejismo. Del posible 1-1 al 2-0 en la siguiente jugada. Un fallo de Saúl en la más clara del partido para los rojiblancos fue contestado por el Alavés con el 2-0 de Carlos Martín. Tan solo Lukebakio pudo animar el partido y recortó distancias a falta de diez minutos. Sin embargo, insuficiente para poder sumar en Mendizorroza los primeros puntos como visitante del campeonato.
Un Sevilla FC frágil y ahogado en el primer tiempo
Mendizorroza suponía un importante test para ver como sigue carburando el Sevilla de Pimienta. Después de la victoria ante el Getafe (1-0) el objetivo de los rojiblancos no era otro que hacer costumbre lo que hasta hace nada era obligatorio en Nervión y que ha perdido la rutina ante tanto vaivén en los últimos tiempos. Con Saúl portando el brazalete, los pupilos de Pimienta volvían a verse las caras con el que era hasta no hace mucho compañero, Joan Jordán, que ha pasado del ostracismo a recuperar la sonrisa en Vitoria.
En un inicio de partido de lo más trabado, el propio Jordán en una acción fortuita iba a lesionar a Isaac Romero. Un feo gesto en la rodilla del lebrijano iba a costarle salir del partido, y quién sabe si un tiempo alejado de los terrenos de juego. Aunque pudo salir por su propio pie, las sensaciones no son buenas y en su lugar ingresó Iheanacho.
Y es que no iba a ser la noche del Sevilla. La falta de concentración y la mala fortuna se unieron para poner a los de Pimienta por detrás en el marcador. La defensa reaccionó tarde al balón parado dejando rematar solo a Carlos Vicente (16'), que con ayuda de Nyland, iba a regalarle el primer tanto de la noche a los donostiarras.
El VAR salvó el segundo del Alavés a los pocos minutos
Pudo haber sido incluso peor, pero el disparo mano a mano de Toni Martínez ante Nyland se marchó rozando la portería. Frágil, muy frágil un Sevilla que pese a dominar en el inicio, el Alavés olió la sangre y el VAR salvó a los rojiblancos del gol de Stoichkov por fuera de juego previo de Carlos Vicente.
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La más absoluta nada se apoderó del Sevilla hasta el final del primer tiempo. Ahogados ante la presión alavesista y sin poder progresar en ningún avance ofensivo, la desconexión ofensiva fue total. Tanto que no logró conectar ningún disparo a puerta y dejó la impresión de que solo a balón parado podían crearle algo de peligro al Alavés.
Carlos Martín sentenció al Sevilla en Mendizorroza
Lukebakio estaba siendo lo único potable del Sevilla. Lejos del nivel que estaba ofreciendo Carlos Vicente en el bando local, el belga fue de lo más destacado en los rojiblancos y a punto estuvo de empatar el partido sino llega a toparse su envenenado disparo en Saúl.
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Reclamó un penalti de Nianzou sobre Carlos Vicente, que ni el colegiado ni el VAR estimaron oportuno revisar. Considerado como uno de esos "penaltitos" que esta temporada ya no se pitan, lo cierto es que el contacto existe aunque no lo suficiente como para señalar la pena máxima.
Justo cuando el Sevilla parecía estar creciendo en el partido, otra carambola iba a suponer el segundo tanto del Alavés obra de Carlos Martín (60'). El Sevilla pasó del 1-1 con la ocasión más clara del partido al 2-0 del Alavés. Un mazazo en todos los sentidos del que los de Pimienta no se repondrían. Casi en la lona, Nyland salvaría el 3-0 de Stoichkov a los pocos minutos para dar un poco de esperanza.
Ejuke añadió un punto de velocidad al partido pero no suficiente como para agitar a un Sevilla agonizando en el fango y que tan solo encontró la luz en las botas de un Lukebakio (82') que se iba a inventar el 2-1 con un golazo merecido por su actuación. Pese a que el balón fue sevillista en los últimos minutos, el Alavés aguantó bajo la lluvia de Vitoria el arreón final y privó al Sevilla de sumar lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán.