miércoles. 24.04.2024

A Zapatero, un monumento

Tribuna Libre de José Antonio Hierrezuelo
Spanish Prime Minister Jose Luis Rodriguez Zapatero gives a press conference to discuss Spain's end of year assessment at the Moncloa palace in Madrid on December 26, 2008. AFP PHOTO/Pedro ARMESTRE
Spanish Prime Minister Jose Luis Rodriguez Zapatero gives a press conference to discuss Spain's end of year assessment at the Moncloa palace in Madrid on December 26, 2008. AFP PHOTO/Pedro ARMESTRE

A Zapatero, un monumento

Un monumento. Esculpido por el mejor. Grande, muy grande como la Torre Eiffel, el Big Ben o el Ángel del Distrito Federal mexicano. Como el de los dictadores Kim II-Song y Kim Jong II en Pionyang, la capital de Corea del Norte. Que se levante en el centro de cada ciudad. En la mejor calle o plaza. Con una base muy sólida. Tanto como las pirámides egipcias, la muralla china o como los cimientos del Taj Mahal. Majestuosa como la Estatua de la Libertad, la Torre del Oro, la Alcazaba de Málaga o el Escorial.

Un monumento para que nadie se olvide. Para que las próximas generaciones aprendan. Para que todo el mundo pueda recordar que buena parte de los males que asolan a esta España tienen su origen en un personaje ahora dedicado al pastoreo de nubes. Sí, ese mismo. Zapatero.

pedrosanchez_zapatero_pLos errores se pagan. Todos. Pero Zapatero no ha pagado los suyos. De hecho ya cobra de por vida del Estado. Tiene secretaria, oficina y chófer. Lo estamos pagando todos los españoles y con intereses cercanos a la usura. ZP, que fue presidente por accidente y por los efectos colaterales del mayor atentado terrorista en la historia de España, dejó el gobierno con la misma sonrisa irreverente con la que llegó. Ahora se debe estar descojonando.

No fue capaz o no quiso ver la crisis, y los españoles hemos sudado tinta de calamar y litros de mercromina para superar la deuda generada por los gobiernos de Zapatero y para tratar de remontar todo el paro que sus políticas erráticas y sin sentido provocaron. Estamos saliendo del boquete. Sin Zapatero. Aunque ZP seguirá sonriendo al mejor estilo Míster Bean.

Abrió la mano tanto a los nacionalistas catalanes, que éstos ya han tomado el camino de la independencia en sede parlamentaria. “Aprobaré todo lo que me llegue del Parlamento de Cataluña” dijo Zapatero, y nacionalistas y socialistas catalanes nos metieron a todos los españoles un gol por toda la escuadra en forma de Estatut.

Estoy convencido que ZP negará la mayor. No hace falta, ya lo hace Pedro Sánchez su sucesor a título de fracasado secretario general del PSOE. Para los socialistas, Zapatero no fue el responsable de la crisis económica, ni del paro. No. La culpa era del cha-cha-cha. O de una conjunción planetaria. Da igual.

Tampoco lo es de la deriva independentista catalana. No. La culpa la tiene Rajoy, o Aznar. No se atreven culpar a Fraga. Dicen los socialistas que cada vez que el presidente del Gobierno y del PP abre la boca, los independentistas se multiplican en progresión geométrica. Y contra eso, Pedro Sánchez, fiel copia barata de ZP, sólo habla de diálogo y de reforma de la Constitución. Es decir, Sánchez viene a suscribir lo que Zapatero dijo…. Si los nacionalistas catalanes quieren diálogo, yo dialogo. Y si quieren reformar la Constitución para romper España, la rompo porque la reformo. Y si quieren la provincia de Jaén, Cataluña tendrá cinco provincias y Andalucía siete.

Menos mal que hasta el próximo 20 de diciembre, o más allá, en España tenemos un presidente del Gobierno que no permitirá la deriva separatista que el PSOE de ZP consintió. No estoy tan seguro que Pedro Sánchez pueda tener una actitud similar si después del 20 de diciembre es presidente.

Por eso, y ante el riesgo que se nos puede venir encima, es necesario construir ya el monumento a Zapatero. En su base debe instalarse una placa con un único mensaje. “Nunca más. España no lo resistiría”.

A Zapatero, un monumento