Andalucía, por lo menos varios miles de naciones

"Dentro de los municipios-nación de Andalucía, se conformarían otras naciones"

Los españoles estábamos huérfanos desde que Zapatero, siendo presidente, dijo un buen día en el Senado que el concepto nación era “discutido y discutible”. En ese mismo momento entramos en barrena. Dejamos de saber si nuestro país, España, era o no una nación discutida o discutible. Incluso muchos llegamos a implantar el estado de discusión política permanente por la política territorial.

Años después, Pedro Sánchez ‘El Breve del no es no’, dos veces defenestrado por la urnas, una vez vapuleado por su partido y probablemente el domingo también, ha arrojado luz sobre las tinieblas y ha aportado sabiduría frente a tanta ignorancia y desconocimiento. Una nación, vino a decir, “es un sentimiento que tiene mucha gente”. Y se quedó tan pancho. Probablemente, hasta orgulloso para desesperación de la inmensa mayoría que les preocupa España.

No estaba yo convencido de que el debate entre los candidatos a secretario general del PSOE resultara provechoso. Pero me equivoqué. He llegado a la conclusión de que en España, sea o no una nación, hay miles y miles de naciones. Varios centenares de ellas se ubican en Andalucía, que quien sabe si es o no una nación, aunque según la teoría de Pedro Sánchez, lo es. Quién se lo habría dicho al fracasado candidato a secretario general socialista.

Por ejemplo, si una nación es “un sentimiento que tiene mucha gente”, la cofradía del Cautivo de Málaga, la de la Macarena en Sevilla o las Tres Caídas de Jerez de la Frontera no serían hermandades sujetas a derecho canónico, sino que serían naciones de pleno derecho con aspiraciones a formar parte de la Unión Europea e, incluso, de Naciones Unidas.

El Real Betis de fútbol o el Málaga también serían naciones, no sé si del tamaño del Sevilla, el Cádiz CF o el Xerez, pero naciones cuyos habitantes proclaman a los cuatro vientos su nacionalidad bética, malaguista, sevillista, cadista o xerecista, si bien muchos de ellos comparten además la nacionalidad madridista o culé.

Según ‘el Breve del no es no’, una bulería también sería una nación, puesto que ese palo flamenco despierta muchos sentimientos y emociones. Tan sólo habría que discutir cuáles son sus límites territoriales, si bien sería una nación con el título de patrimonio inmaterial de la humanidad. Es decir, con reconocimiento internacional.

En Andalucía, si las cuentas no me fallan, hay más de ochocientos municipios. De los que, por los menos setecientos noventa y nueve los podríamos considerar como una nación. Me explico. Los de Lepe son muy leperos y tienen mucho sentimiento por su pueblo. Como los de Cabra, Osuna, Jerez de la Frontera, Vélez Blanco, Ronda, Gibraleón, Baeza o Guadix. Lo mismo les ocurre a habitantes de El Bosque, Canillas de Aceituno, Camas, Berja, La Puebla de Cazalla y así hasta un larguísimo etcétera.

Pero incluso, dentro de los municipios-nación de Andalucía, se conformarían otras naciones igualmente surgidas del sentimiento de muchos de sus habitantes, como por ejemplo sucede en Triana, el barrio que más sentimiento reúne en esta santa tierra. Comparable con El Palo de Málaga, cuyos habitantes no van al centro de la capital de la Costa del Sol, sino que ‘bajan a Málaga’, porque su longevo sentimiento convirtió al originario barrio de pescadores en una nación.

Es muy triste que un individuo del nivel de Pedro Sánchez ‘El Breve del no es no’ pueda volver a dirigir el PSOE, que por cierto también podría ser una nación, puesto que históricamente los socialistas han expresado sin ambages su sentimiento político. Tanto, que ese partido está roto, muy roto. Como sucedió con la antigua nación yugoslava. ¿Alguien se acuerda de ella? Pues, eso.