martes. 16.04.2024

La era de la pobreza digital

Desde mi Tribuna de la Ignorancia, reflexiones de un vecino activo 3

La era de la pobreza digital

Desde mi Tribuna de la Ignorancia, reflexiones de un vecino activo 3

 Tribuna libre de Antonio Conde 

En esta sociedad de avances tecnológicos vertiginosos nos obliga a que constantemente estemos adaptándonos a estas nuevas tecnologías, disponer y depender de ellas, disponer y tener las mismas no es una prioridad, dirán muchos ciudadanos, máxime en esta también época de necesidades más básicas por culpa de la actual y larga crisis que atravesamos.

Esto hace que aquellos ciudadanos que no acceden a ellas no tengan las mismas oportunidades que el resto, creando nuevos pobres, pobres tecnológicos, y con ello,  la pérdida de tener las mismas oportunidades que el resto de la sociedad.

Anthony B. Atkinson describió a las personas pobres como aquellas que encuentran dificultades para participar o acceder a las actividades o recursos cotidianos de la sociedad en que viven y que, a resultas de ello, no logran desarrollar realmente las capacidades que tienen.

Anthony B. Atkinson

Atkison integra dos tradiciones de pensamientos sobre privación y desigualdad. En la primera de ellas hace hincapié en el concepto de exclusión social, el paraguas de exclusión social abarca un conjunto de vulnerabilidades asociadas a la marginación del aislamiento y la pérdida de vínculos con la sociedad y la segunda enfatiza en el concepto de capacidad, en este caso, las personas a las que su situación social les priva de condiciones mínimas para desarrollar sus habilidades o acceder a los recursos existentes.

En las sociedades industriales modernas las oportunidades de participar en la sociedad y alcanzar un nivel adecuado de funcionalidad depende fundamentalmente del acceso a bienes y servicios, precisamente los objetivos  que aboga a favor que las acciones públicas vayan encaminadas prioritariamente acercar los medios, herramientas y recursos a las familias más vulnerables equitativamente y sin discriminación entre el mundo rural y urbano.

Las nuevas tecnologías de era digital nos acercan a un mundo lleno de oportunidades tanto informativo, formativo, profesional o de ocio, un mundo virtual donde todo está al alcance de un teclado y pulsando una tecla, nos abre un mundo imaginario y real  a la vez,  todo está frente a nuestros ojos y alcance de la mano.

¿Somos lo que nos dejan ser o que queremos ser? Esta nueva sociedad de mercado tecnológico nos hace cada vez más dependiente de estas nuevas tecnologías si no queremos quedarnos en el más absoluto olvido social y con ella la pérdida de oportunidades para poder desarrollarte o salir de la actual situación en la que se encuentran muchas de nuestras familias.

Las diferentes administraciones se han sabido adaptar a esta nueva era y muchas políticas públicas han ido enfocadas a formar o suministrar estas nuevas tecnologías a familias sin o con menos recursos económicos, con una clara política de discriminación positiva hacia ellas, pero quizás con proyectos precipitados cortoplacistas auspiciados por políticos con intereses partidistas, más allá del bien general, que no han dado los resultados esperados y con grandes derroches presupuestarios.

Es necesario seguir apostando por estas políticas de discriminación positivas que acerquen las herramientas en el mercado a todas las familias, y con ellas, las oportunidades que da el espacio digital y tecnológico de encontrar formación, información y trabajo para dignificar a las muchas familias que acuden a las colas de la vergüenza en busca de alimentos.

La era de la pobreza digital