miércoles. 24.04.2024

Caminando hacia el abismo

"A este Gobierno no le interesa la cultura, todo lo contrario, se nutre del dogmatismo y la sinrazón"
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz

Esta semana el Gobierno social-comunista del PSOE y PODEMOS, el Gobierno de la propaganda, ha anunciado una serie de medidas que incorporarán en los próximos presupuestos generales del Estado.

Las medidas más relevantes

  • Un bono cultural de 400 € para los jóvenes que cumplan 18 años (qué casualidad, justo la edad de la mayoría de edad, sí, esa que permite ir a votar, como si los de 17 años o menos no tuvieran necesidad de culturizarse).
  • Otro bono de 250 €, en este caso, de alquiler para jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años y por un tiempo máximo de dos años.
  • Incremento del tipo mínimo del impuesto de sociedades al 15%.

Y todo lo anterior se anuncia cuando España se haya circunscrita en una grave situación

  • La deuda pública española bate registros históricos y se sitúa casi en el 123% del P.I.B. (Producto Interior Bruto: Conjunto de los bienes y servicios producidos en un país durante un espacio de tiempo, generalmente un año), o dicho de otra manera, cada español debe cerca de 29.000 €, unas cifran que sitúan a España como uno de los países más endeudados del mundo.
  • La tasa de desempleo se sitúa en el 14%, superando incluso a Grecia que se queda en el 13,2%, y consolidándose como la más alta de la Unión Europea.
  • España es el segundo país de la Unión Europea con peores cifras de abandono escolar prematuro. Según el último informe anual de Eurostat sobre esta materia, en 2020 el 16% de los jóvenes españoles entre 18 y 24 años no habían completado la secundaria -el nivel mínimo obligatorio- una tasa solo superada por la de Malta, que lidera el ranking con un 16,7%.
  • El precio de la energía eléctrica bate su récord histórico y, según la OCU, en lo que llevamos de 2021 es un 28% mayor que el de 2020.

Y ahora es cuando me toca pedirles que dedique unos minutos a la reflexión

  • ¿De verdad alguien, en su sano juicio, puede pensar que las medidas anunciadas por el gobierno van a ayudar a mejorar la situación antes descrita con datos objetivos?.
  • ¿Puede un país arruinado dilapidar sus escasos recursos y las ayudas que recibe de Europa en comprar votos con bonos y subvenciones que sólo sirven para intentar mantener en el poder a los actuales gobernantes?
  • ¿Cómo reaccionarán las empresas que ven sus beneficios disminuidos por una mayor presión fiscal?, ¿Contratarán a más gente, convertirán contratos eventuales en indefinidos, realizarán nuevas inversiones en territorio español para generar mayor riqueza y empleo o, por el contrario, reducirán sus estructuras para sobrevivir y buscarán nuevos territorios menos hostiles para desarrollarse y crecer?

A este Gobierno no le interesa la cultura, todo lo contrario, se nutre del dogmatismo y la sinrazón, a este Gobierno no le interesa la gente que piensa por sí misma, que reflexiona, que analiza y que profundiza en la raíz de los problemas, se encuentra más cómodo en el titular, en el tweet, en la propaganda, en el corto plazo.

Por eso este Gobierno fomenta que los alumnos pasan de curso con asignaturas suspensas, por eso baja cada vez más el listón intelectual, el listón de la exigencia y el esfuerzo, por eso a los jóvenes sólo les habla de derechos y nunca de obligaciones, contribuyendo a que las nuevas generaciones sean cada vez más débiles psicológica e intelectualmente y, por consiguiente, más fácilmente manipulables, más dependientes de papá Estado.

El problema, el verdadero problema, es que la estructura del Estado comienza a tambalearse. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) relativos al primer trimestre de 2021, el total de ocupados en el sector público se sitúa en 3.397.400. Esto significa un 0,5% más respecto al último trimestre de 2020 (18.300 funcionarios más).

Por el contrario, el sector privado experimentó una caída del 1,2% entre el último trimestre de 2020 y el primero de 2021. El número de empleados fuera de la Administración disminuyó en 155.800, situándose en 15.809.400.

Es decir, en España ya se pagan más nóminas públicas que privadas o, dicho de otra forma, el sector que crea riqueza en un país, el privado, es por primera vez más pequeño que el sector que genera gasto, el público. No hace falta ser premio Nobel de economía para colegir que la situación es insostenible si no se reconduce y que, por consiguiente, nuestro modelo de Estado en cualquier momento puede implosionar.

Y entretanto, en toda esta tormenta perfecta de datos negativos, el timón de la nave sigue en manos de un psicópata narcisista cuyo único objetivo y pretensión es mantenerse en el poder al precio que sea, incluso intentando sobornar de manera miserable a nuestros jóvenes con dinero público, con dinero de los cada vez más mermados contribuyentes, lo cual no sólo no mejorará su situación a medio y largo plazo, la de los jóvenes, si no que la agravará exponencialmente y además amenaza en convertir a España en un país de economía sumergida, no porque seamos golfos o insolidarios, no, esos adjetivos serían más apropiados para nuestra clase política, si no como último recurso para poder subsistir.

Caminando hacia el abismo